Nuevo album de Babasónicos “Cuerpos Vol.1″ rock, pop y un costado electrónico

El regreso de Babasónicos toma forma con “Cuerpos Vol.1”, un álbum que abre un clima distinto y juega con matices que descolocan desde el primer minuto. La banda encara un viaje nuevo y mueve su identidad hacia territorios que mezclan energía, ironía y un pulso electrónico que late en cada rincón.

En septiembre, Adrián Dárgelos anticipó el rumbo con “Advertencia”, un tema donde afirma: “A veces quiero fuego y me quemo”, frase que marcó el tono del lanzamiento y encendió la expectativa entre sus seguidores. El corte ya insinuaba un giro sensual y oscuro que ahora se completa.

En la previa al estreno, el sello reunió a periodistas y amigos para escuchar los nueve temas, una muestra compacta del universo que el grupo armó sin temor a romper formatos. El sonido luce preciso y la estética general respira libertad, algo que la banda defiende desde hace décadas.

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“Tiempo Off” abre el disco con un riff hipnótico y una batería que empuja hacia adelante. “Tirame tiempo Off. Tomate un tiempo Off de mí”, canta Dárgelos con su tono filoso, como si desmontara una escena íntima con humor y resignación.

El clima cambia con “Revoluciones aparte”, donde una guitarra pesada convive con brillos electrónicos. “El futuro viene con un paquete de humillaciones por presenciar”, dispara el cantante al describir un mundo tenso, sin pausa y sin consuelo.

“Maracuyá” sostiene la intensidad con un relato que se hunde en la herida emocional. “Somos lo que deshicimos”, lanza la letra antes de deslizar esa imagen profunda de “cuerpo, pulpa, maracuyá”. El viaje se vuelve más cálido en “Cocos”, que abre un paisaje playero con su ritmo suave y su voz lejana.

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“Advertencia” retoma la pista central del álbum con un toque bailable y una lírica cargada de deseo. “Siento que escapamos de algo todos, pero no de lo mismo”, repite Dárgelos en un clip filmado en Buenos Aires que acompaña la estética del tema.

“Miau” aparece como una pieza inquieta, con un bajo firme y una guitarra punzante. “Hagamos fuerza si la realidad nos puede... miau, miau”, propone la voz mientras el groove empuja la melodía hacia un borde sensual y urbano.

El tramo final llega con “Labios apilados” y “Mercado blue”, dos cortes que suman ritmo y cercanía. “Mi ironía no tiene un precio fijo”, desliza el cantante sobre una base atrapante que une ironía, deseo y un aire de calle nocturna.

“Mi propia música” cierra el álbum como un manifiesto artístico. “No quiero perder mi propia música”, sentencia Dárgelos con una mezcla de nostalgia y convicción. El final sintetiza el espíritu de “Cuerpos Vol.1”: un disco pulido, elegante y emocional que marca otra etapa sin abandonar su ADN.