
Lourdes Fernández pasó por una cirugía mayor y su familia llevó calma tras horas de tensión
Otros Temas27/11/2025
REDACCIÓN
La mañana de Lourdes Fernández comenzó con una mezcla de nervios, alivio y una decisión tomada hacía tiempo. La cantante de Bandana llegó al sanatorio acompañada por familiares y amigas, lista para la cirugía que buscaba cerrar meses de dolores intensos y síntomas que había compartido con sinceridad en sus redes. El momento, esperado y a la vez temido, marcó un giro emocional para una artista que eligió abrir su intimidad para no dejar dudas sobre lo que atravesaba.


Un día antes, Lourdes había grabado un video donde contó que llegaba al “punto límite” y que debía realizarse una histerectomía. Lo dijo con calma, aunque cada frase dejó ver el cansancio de semanas dominadas por malestares constantes. Explicó que la operación incluía retirar útero y ovarios por la presencia de miomas benignos que ya no le permitían seguir con su rutina. “Por suerte está todo bien”, agregó en ese mensaje directo a quienes la siguen desde los tiempos de Bandana.
El anuncio movilizó a sus fanáticos y también a sus compañeras del grupo, que venían de celebrar los 25 años del proyecto que marcó una era del pop argentino. Lourdes, siempre cercana a su público, sostuvo que prefería contar sus motivos antes de que se generaran versiones. La sinceridad fue su manera de ordenar un escenario que mezclaba trabajo, dolor y el peso de una decisión quirúrgica seria.
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Horas después de la operación, su familia informó que la cirugía se realizó tal como estaba prevista y que la evolución era buena. El mensaje, breve y cuidadoso, apuntó a llevar serenidad. “Lowrdez está cursando el postoperatorio en buena evolución”, comunicaron en sus redes oficiales, donde también agradecieron los mensajes que llegaron desde distintos rincones del país. Esa frase bastó para frenar la ansiedad de quienes esperaban una actualización.
La intervención se sumó a una seguidilla de señales que Lourdes había dado en los últimos días, como su ausencia en un programa de televisión que tenía previsto visitar tras el show aniversario. Esa noche, después de bajar del escenario, la cantante sufrió cólicos muy fuertes y avisó que no podía asistir a LAM. “Pido disculpas, Angelito. Me agarraron unos cólicos increíbles. Mañana tengo mi prequirúrgico”, escribió con sinceridad para evitar especulaciones.

Su explicación contrastó con la energía que había mostrado en el reencuentro con Bandana, donde volvió a cantar frente a una multitud que la vio crecer. Sin embargo, la salud la obligó a reducir compromisos y enfocarse en el proceso médico. Esa dualidad entre entrega artística y desgaste físico marcó la semana previa a la cirugía y reforzó la decisión de cuidarse.
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En otro tramo de su descargo, Lourdes contó que necesitaba pasar por el quirófano sin más demoras. Lo dijo sin dramatizar, aunque con firmeza: “El 26 de noviembre me hago una histerectomía, así que estoy concentrada en eso y muy heavy”, comentó para resumir la intensidad emocional del momento. La frase dejó a la vista un contexto que superaba cualquier agenda artística.
La cantante también reconoció que trataba de sostener el ánimo con humor y paciencia, pese a que la operación implicaba un cambio profundo en su vida. Semanas atrás, había contado: “Me saco el útero y los dos ovarios y le estoy tratando de poner la mejor onda”. Sus palabras, lejos de generar preocupación, unieron a cientos de seguidores que valoraron su transparencia.
Ahora, mientras avanza el posoperatorio y se acomoda la recuperación, el entorno de Lourdes pide tiempo y calma. La prioridad es acompañarla y garantizar que la artista atraviese esta etapa sin presiones externas. El regreso al escenario, cuando llegue, será una consecuencia natural de su fortaleza y no una exigencia del recuerdo colectivo de Bandana.
















