El brutal asalto al cajero en Rawson que cambió para siempre la historia policial

El 15 de junio de 2007 una banda fuertemente armada atacó el cajero del Ministerio de Economía en Rawson, asesinó a dos policías y desató la investigación más intensa de la provincia. Los implicados fueron capturados y condenados.

 El 15 de junio de 2007 quedó grabado como una jornada trágica para Chubut. Ese mediodía, la tranquilidad habitual del centro cívico de Rawson se quebró para siempre cuando una banda de delincuentes ejecutó un golpe violento contra el cajero automático del Ministerio de Economía. Fue el atraco más violento registrado en la provincia, un episodio que terminó con los policías Pablo Andrés Rearte y Oscar Ibérico Cruzado asesinados y con la comunidad conmocionada.

Todo comenzó cerca de las 12:25. Nada hacía prever lo que se venía cuando Martín Espiasse, Evaristo Miranda Regules, Gastón Barrientos, Jorge González, Walter Sebastián Dimuro y Rodolfo Bilbao Vaca llegaron al edificio de la avenida 25 de Mayo. Cada uno sabía qué debía hacer y cómo hacerlo. La operación estaba estudiada al detalle, incluso con los autos de fuga ingresados semanas antes a la provincia.

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González y Miranda Regules fueron los primeros en actuar. Entraron armados y sorprendieron al policía Emiliano Royón, que cumplía funciones de custodia, y al portavalores Mauricio Paverini, quien llevaba un maletín con 283 mil pesos para cargar el cajero. En segundos, les apuntaron, les arrebataron el dinero y salieron del edificio.

Mientras tanto, Barrientos golpeó al chofer del vehículo del Banco del Chubut, Alan Pugh, en un intento por tomar un segundo maletín que creían disponible. Su plan se frustró cuando empezó el tiroteo: los policías Rearte y Cruzado, que custodiaban el traslado de valores, reaccionaron de inmediato.

A partir de ahí, la escena se volvió un infierno. Espiasse intentó reducir a los dos policías y terminó enfrentado cuerpo a cuerpo con ellos. Dimuro abrió fuego, seguido por Barrientos y Bilbao Vaca, que estaban en distintos puntos de la playa de estacionamiento. El intercambio se volvió feroz y los uniformados cayeron heridos en cuestión de segundos.

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En medio del caos, Espiasse tomó el arma de Cruzado, que estaba agonizando en el suelo. Le corrió el chaleco y le disparó a quemarropa en el abdomen, para luego escapar con el arma y el chaleco antibalas. Fue un acto brutal que impactó incluso dentro del expediente judicial por su violencia extrema.

Los delincuentes escaparon en los autos preparados para la fuga. Pero el operativo policial se activó de inmediato. Dimuro cayó primero. Al día siguiente, una serie de allanamientos permitió detener a Jessica Paola Fernández, que tenía escondido entre sus ropas todo el dinero robado. Junto a ella estaba Miranda Regules. También se secuestraron teléfonos, armas, municiones, chalecos y documentación.

El proceso judicial avanzó con rapidez. A fines de 2008 comenzó el juicio oral para la mayoría de los miembros de la banda. Gastón Barrientos y Walter Sebastián Di Muro recibieron prisión perpetua como coautores de homicidio calificado para asegurar la impunidad. Jorge González y Evaristo Miranda Regules también terminaron con condenas severas. Jessica Fernández y Carlos Ortiz fueron penados con 12 y 14 años de prisión como partícipes secundarios.

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Uno de los cabecillas, Bilbao Vaca, se suicidó en Mar del Plata antes de ser detenido. En tanto, Espiasse logró escapar inicialmente, pero cayó detenido en 2010. Fue trasladado a Ezeiza, se fugó, pasó años prófugo y finalmente fue recapturado en Mendoza. Hoy permanece alojado en un penal de alta seguridad en el norte del país.

A más de quince años del hecho, la herida sigue abierta para muchos. La investigación dejó un mensaje claro: la violencia del 15 de junio no fue un crimen más, sino un punto de quiebre en la historia policial de Chubut, un día en que el centro de Rawson se transformó en escenario de una tragedia que nadie olvida.