

Inter Miami vivió una noche inolvidable al imponerse 5-1 sobre New York City y quedarse con el título de la Conferencia Este por primera vez en su historia. El equipo de Javier Mascherano mostró autoridad, decisión y una propuesta ofensiva muy marcada que le permitió adueñarse del trámite con claridad. La victoria dejó al conjunto de Florida en la gran final de la MLS, donde buscará cerrar la temporada con otro logro importante.


Desde el inicio, la presencia de Lionel Messi influyó en el ritmo del partido, ya que cada toque suyo generó expectativa en la platea y preocupación en la defensa rival. El rosarino encontró a Silvetti con un centro perfecto a los 14 minutos y esa acción despertó al equipo local, que empezaba a tomar el control. Las llegadas crecieron con el correr de los minutos y prepararon el terreno para el primer gol.
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Tadeo Allende protagonizó una actuación memorable al abrir el marcador con una definición fuerte y segura en una jugada que él mismo creó dentro del área. Nueve minutos más tarde, volvió a aparecer con un cabezazo impecable tras un centro medido de Jordi Alba, que venía aportando precisión en cada avance. La producción ofensiva de Miami desbordó a la visita en ese tramo.
New York City reaccionó cerca del final del primer tiempo y descontó con un frentazo de Haak, que aprovechó una pelota quieta y sorprendió a la defensa local. Ese gol generó un momento de incomodidad para Miami, que necesitó ajustar posiciones en el entretiempo. La expectativa creció para el complemento.
La segunda parte comenzó con movimientos en ambos bancos y algo más de equilibrio en la posesión, aunque las situaciones claras no aparecían. New York City estuvo cerca del empate con un tiro cruzado que exigió a Ríos Novo, quien respondió con una atajada espectacular. Esa intervención sostuvo al equipo y cambió el clima del partido.
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Pocos segundos después, Messi volvió a ser determinante con un pase filtrado que dejó a Silvetti mano a mano para definir el 3-1. Ese gol quebró por completo la resistencia visitante y permitió que Mascherano ajustara el equipo con serenidad. El ingreso de Segovia aportó movilidad y frescura.
Segovia respondió rápido y se lució con una pared genial junto a Alba antes de definir de derecha para el 4-1, en uno de los mejores goles de la noche. El estadio explotó en aplausos y la salida de Silvetti para darle lugar a Suárez fue celebrada como un anticipo de la consagración. El cierre estaba envuelto en fiesta.
El último grito llegó a los 44 minutos cuando Allende culminó su actuación brillante con el tercer gol personal y el quinto para Inter Miami, desatando la explosión final en Florida. La goleada selló el título de conferencia y aseguró el pasaje a la final, donde el equipo espera a San Diego o Vancouver. La definición será el próximo sábado y la ciudad ya palpita un cierre de temporada histórico.

















