La tarea solidaria de Emaús sostiene desde hace décadas a vecinos en situación de calle
Chubut02/12/2025
REDACCIÓN
EMAÚS, hermanos sin techo
El grupo Emaús nació hace más de dos décadas con la intención de aliviar la vida de quienes duermen en la calle mediante gestos simples y necesarios. Sus voluntarios recuerdan que la iniciativa comenzó cuando jóvenes de la parroquia decidieron acercar ayuda básica en un espacio cedido por Cáritas de San Cayetano, en Puerto Madryn.
Con el tiempo, la propuesta creció y logró sumar servicios que aportaron dignidad en momentos críticos, como un baño caliente, ropa limpia o un corte de pelo. Los primeros acompañamientos fueron a casos muy extremos, cuando casi no existían espacios dedicados a esta problemática en la ciudad.
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Esa ausencia inicial derivó en un esfuerzo enorme para los voluntarios, aunque con los años aparecieron nuevas organizaciones que comparten la tarea y permiten distribuir mejor el trabajo. De todos modos, la realidad de la calle sigue mostrando una crudeza que interpela, especialmente en temas como salud mental.
Quienes integran el grupo se preguntan con frecuencia qué tan grave debe ser la situación personal para que alguien elija dormir a la intemperie sin saber qué comerá al día siguiente. “Son preguntas que uno se hace”, expresan, y señalan que cada historia revela heridas profundas que requieren atención sostenida.
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Actualmente, Emaús funciona el primer domingo de cada mes en la casita de Cáritas de San Cayetano, donde arman viandas, preparan desayunos y entregan ropa y calzado. Para ello reciben donaciones muy variadas, y cada aporte permite sostener un encuentro que muchos esperan desde temprano.
Además de alimentos, la comunidad colabora con dinero que se destina a artículos de higiene y productos frescos. El apoyo constante de vecinos y empresas es un sostén importante, ya que permite cubrir gastos que no siempre se logran con donaciones espontáneas de comida.
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Si bien hoy existen varios espacios desde iglesias y organismos estatales que brindan asistencia, los voluntarios remarcan que los problemas profundos persisten. La violencia, las adicciones y la salud mental siguen siendo desafíos enormes, y requieren respuestas que superen la ayuda puntual del día.
Los integrantes del grupo destacan que ninguna institución puede enfrentar sola esta realidad y que el trabajo debe ser comunitario. No existe una solución mágica, ya que cada persona necesita una mirada interdisciplinaria y un acompañamiento pensado para su propia historia de vida.
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En estas semanas, el objetivo principal es reunir donaciones para las tradicionales bolsitas navideñas, un gesto que se entrega el mismo 24 de diciembre. Para el grupo, llegar a quienes pasan las fiestas en soledad es un acto de cariño, ya que muchos esperan ese momento como un alivio emocional en una fecha sensible.
Quienes deseen colaborar pueden hacerlo con cualquier aporte, incluso algo sencillo como un turrón. Para acercar donaciones, pueden escribir al Facebook del grupo, "EMAÚS hermanos sin techo", ó comunicarse al siguiente contacto destinado exclusivamente a ese fin: 280 508-9510, éste número es para donaciones.
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