Cae el consumo y suben los cierres: súper y retailers achican y miran 2026 con preocupación
Actualidad07/12/2025
Sergio Bustos
Retracción en las cadenas.
La caída del poder adquisitivo y la incertidumbre sobre qué pasará con empleos y salarios en los próximos meses siguen pegando en los rubros más visibles de la economía cotidiana. En ese clima, varias cadenas de supermercados, retail y mayoristas aceleran una tendencia que se repite: menos ventas, costos más altos y un ajuste que se traduce en cierres de locales, conflictividad laboral y recortes de estructura.
La merma en las ventas ya acumula meses consecutivos en distintos segmentos del consumo masivo. A ese freno se le suma el salto de los costos operativos, con los alquileres comerciales en un lugar determinante dentro de la cuenta final de cada sucursal. El resultado es un repliegue sostenido: se desactivan puntos de venta, se concentran esfuerzos financieros y se priorizan plazas donde el número cierra.
Los datos oficiales acompañan esa señal. El INDEC informó que las ventas en supermercados bajaron 0,2% desestacionalizado en la comparación intermensual y encadenaron seis caídas consecutivas. En mayoristas, el panorama aparece más áspero: el organismo indicó una contracción del 5,2% y una racha negativa que, además, marcó la peor baja de 2025 en la última medición.
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En el sector reconocen que el derrumbe de la demanda no viaja solo. Entre las presiones más repetidas aparece el costo de sostener locales abiertos, con contratos de alquiler que saltan a valores difíciles de absorber incluso para cadenas grandes. En algunas ciudades, esa ecuación empujó cierres y dejó interrogantes sobre empleo, impacto en proveedores y movimiento comercial en zonas céntricas.
Un caso visible es el de Cencosud, dueña en Argentina de Vea y Easy, que viene profundizando el achique. En meses recientes cerró sucursales de Vea en varios puntos del territorio bonaerense y también en provincias como Catamarca, San Juan, Mendoza y Tucumán. En San Pedro, la explicación llegó desde el gremio: Marcelo Mosteiro afirmó que la empresa tomó la decisión por un “déficit operativo sostenido” y por el “alto costo del alquiler”, al señalar que pasaba de 18 a 34 millones de pesos mensuales, una cifra “imposible” de sostener con el margen actual. En el mismo sentido, describió un cambio de hábitos y una “caída total en las ventas”. A inicios de noviembre, el conglomerado también cerró una sucursal de Easy en La Matanza, con el argumento de rentabilidad muy baja.
En el rubro electro, Frávega volvió a quedar bajo la lupa por recortes y cierres. Se mencionó el cierre de un local en Temperley sin aviso previo a empleados, y otro antecedente similar en Pergamino. En el sector se descuenta que podrían venir más cierres hacia fin de año, mientras crece la atención sobre el nivel de endeudamiento de la empresa. También se citó una deuda superior a $145 millones con distintos bancos.
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En mayoristas, el ajuste también dejó señales directas. Yaguar cerró una sucursal en Bahía Blanca y recortó 30 puestos de trabajo. Desde el sindicato local afirmaron que el argumento empresarial se apoya en la baja de ventas y en complicaciones asociadas al contexto general y a los costos de operación en esa plaza.
Caromar encendió otra alarma al inicio de diciembre con cierres imprevistos en Mar del Plata y San Justo, lo que derivó en la pérdida de casi 80 empleos. Desde la representación de trabajadores se habló de un proceso más amplio, con versiones de al menos otras cuatro sucursales con riesgo de cierre, y se mencionaron plazas como Rosario, Burzaco y José C. Paz.
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