

Intercámaras de la Industria Pesquera Argentina elevó un nuevo pedido al ministro de Economía, Luis Caputo, para que evalúe la eliminación o la reducción de los Derechos de Exportación sobre los productos pesqueros.


El planteo apunta a un punto concreto: alivio fiscal para recuperar competitividad y sostener empleo en un rubro que vive de vender afuera y siente cada suba de costos internos.
Las cámaras solicitaron que Caputo “lleve adelante las gestiones necesarias para lograr la eliminación de los Derechos de Exportación (retenciones) y de los aranceles aplicados a la exportación de productos pesqueros”. En el mismo texto, remarcaron que esa medida resulta “indispensable para recuperar la competitividad internacional del sector, sostener el empleo y evitar un deterioro irreversible de las economías regionales del litoral marítimo”.
En el documento, Intercámaras comparó la situación del sector con otros complejos que ya recibieron reducciones o quitas. “En los últimos meses, el Gobierno Nacional avanzó en la eliminación o reducción de retenciones para diversos complejos productivos con fuerte arraigo regional”, enumeraron, y señalaron que la pesca vuelve a quedar afuera.
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El reclamo también pone el foco en el mapa social de la actividad. “La pesca no solo es el principal motor económico de toda la región del litoral marítimo”, afirmaron, con impacto fuerte en Mar del Plata, Puerto Madryn, Rawson, Puerto Deseado y Ushuaia, entre otras ciudades.
Según el sector, no se trata solo de barcos y plantas. La pesca tracciona estibaje, logística, frío, transporte, talleres navales, metalmecánica y servicios portuarios, con efecto inmediato en el movimiento comercial local.
Intercámaras reúne a entidades de peso en la cadena: CAPECA, CAPA, CAIPA, CAABPA, AEPCYF, UDIPA, CAPIP, CEPA y CAFREXPORT. Desde ese bloque, insistieron en que la presión impositiva pega donde más duele: continuidad operativa y puestos de trabajo.
“Mientras otras economías regionales han recibido alivio fiscal para mejorar su competitividad, la pesca continúa enfrentando una presión tributaria que pone en riesgo la continuidad de plantas, flotas y empleos”, advirtieron.
También describieron una estructura económica sensible: “somos una actividad intensiva en mano de obra, a merced de la volatilidad del mercado internacional y extremadamente sensible a aumentos de costos”.
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En el plano externo, remarcaron que Argentina compite en desventaja. Plantean que muchos países venden con subsidios, acuerdos preferenciales y menor carga fiscal, y por eso sostienen que las retenciones locales funcionan como un lastre.
“Los actuales derechos de exportación colocan a los productos pesqueros Argentinos en gran desventaja a nivel internacional”, indicaron, y agregaron que se trata de un tributo que no aparece en varias pesquerías del mundo.
El sector además subraya un dato estructural: más del 90% de la producción va a exportación, con consumo interno bajo. Por eso, cualquier impuesto sobre ventas externas recorta rentabilidad de forma directa.
Con ese escenario, Intercámaras sostiene que la quita de retenciones tendría bajo costo fiscal y alto impacto social en ciudades donde la pesca ordena empleo y actividad cotidiana.
En la parte final del pedido, las entidades ligaron el reclamo con la agenda oficial de incentivos. “La pesca argentina —octavo complejo exportador del país— requiere (y necesita) el mismo tratamiento que el recibido por otras economías regionales y por el complejo petrolero”, afirmaron.
Y cerraron con una exigencia sin rodeos: “proceda a la eliminación total de los Derechos de Exportación aplicados a los productos pesqueros”.
Ahora la pelota queda en Economía: el sector busca una señal rápida para sostener plantas y flotas, mientras el litoral marítimo mira el impacto en empleo y movimiento portuario.
















