Cinco proyectos científicos reciben la certificación “Bioproducto Argentino”

La Subsecretaría de Producción Agropecuaria y Forestal del Ministerio de Economía otorgó el Certificado de Interés “Bioproducto Argentino” a cinco iniciativas científicas que utilizan materias primas de origen biobasado y que fueron impulsadas por universidades nacionales, el INTA y el CONICET. La distinción se enmarca en un programa que reconoce investigaciones orientadas a crear materiales o tecnologías con componentes renovables, sin que esto signifique la autorización comercial de los productos. El informe oficial confirma que los certificados pertenecen a la categoría Investigación y que cada uno reúne características propias según el tipo de material empleado.

Entre los proyectos reconocidos aparece una propuesta basada en etiquetas inteligentes elaboradas con residuos de yerba mate, un avance que busca aprovechar subproductos de la industria para generar soluciones de trazabilidad. También fueron distinguidos paneles de construcción desarrollados a partir de micelio y cartón, una línea de trabajo que explora alternativas para optimizar estructuras mediante el uso de hongos como aglutinantes. A ellos se suman sensores de pH aplicados a alimentos, placas producidas con cáscaras de maní y películas elaboradas con levaduras residuales de la industria cervecera, todas iniciativas que comparten el uso de materiales biodegradables o de bajo impacto ambiental.

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Según información a la que accedió la agencia Noticias Argentinas, la Universidad Nacional de Quilmes obtuvo dos de los certificados por investigaciones generadas en su Laboratorio LOMCEM, espacio que consolida proyectos orientados a la transformación de residuos en insumos con valor agregado. El resto de las distinciones fue para el Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE/CONICET), la Universidad Tecnológica Nacional en conjunto con el INTA, y el Centro de Investigaciones y Transferencia Villa María, instituciones que incorporaron enfoques multidisciplinarios para avanzar en sus desarrollos.

Los productos premiados presentan contenidos biobasados que alcanzan entre el 83 y el 100 por ciento, un indicador que confirma el origen mayoritario de materias primas renovables en cada uno de los ensayos. La certificación se utiliza como referencia para destacar investigaciones que combinan sustentabilidad con nuevas formas de producción, sin reemplazar los procesos regulatorios que definen si un producto puede comercializarse. Cada proyecto deberá cumplir trámites específicos ante los organismos competentes en caso de avanzar hacia una etapa de mercado.

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El reconocimiento forma parte de una estrategia institucional que busca acompañar líneas de investigación dedicadas a transformar residuos, optimizar recursos y explorar alternativas sustentables en diferentes ramas productivas. Aunque el certificado no implica una aplicación inmediata, sí posiciona estos desarrollos dentro de una agenda científica que suma iniciativas de universidades y centros tecnológicos del país. Las instituciones distinguidas continuarán con las etapas previstas en sus proyectos mientras se consolidan redes de trabajo entre universidades y organismos públicos.

Fuente: NA.