

En El Cóndor, la conversación sobre combustible siempre aparece cuando sube la temporada y crece el movimiento en la costa. Por eso, la habilitación de nuevas estaciones móviles a nivel nacional pega cerca: abre una alternativa para reforzar el abastecimiento en puntos donde la demanda se dispara y no siempre alcanza con la oferta disponible.


La novedad llega con la Resolución 504/2025, que incorpora formalmente la instalación de estaciones de servicio móviles en todas las provincias. El cambio habilita un régimen para instalar, operar y fiscalizar estaciones móviles y estaciones modulares portátiles, con requisitos técnicos y controles específicos.
Para un balneario como El Cóndor, donde la logística se tensiona cuando se llena de visitantes, la medida suma una herramienta posible: un sistema que permite acercar combustible con unidades habilitadas, sin depender únicamente de un esquema fijo.
El nuevo régimen obliga a inscribir a los operadores en el Registro de Bocas de Expendio y les impone condiciones concretas: documentación técnica, seguros, habilitaciones locales, auditorías de seguridad, planes de contingencia y una garantía económica para poder operar.
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La seguridad aparece como el corazón de la norma. Las unidades deben cumplir estándares internacionales y sumar equipamiento para reducir riesgos: tanques de doble pared, sistemas automáticos de corte, detección de pérdidas, control de derrames y extintores certificados, además de auditorías externas habilitadas.
También se fijan reglas operativas bien estrictas: mangueras con dispositivos de corte, válvulas y bombas certificadas para zonas clasificadas, boquillas de cierre automático y prohibición de despachar con el motor encendido, entre otras exigencias.
En El Cóndor, el impacto se puede leer en clave práctica: más opciones para asegurar combustible cuando el balneario explota de gente, sobre todo si la demanda supera la capacidad operativa habitual o si aparecen picos por eventos, fines de semana largos o tránsito turístico intenso.
La resolución además marca un esquema de sanciones: multas fuertes e inhabilitación inmediata si no se cumplen las condiciones de seguridad o si faltan auditorías actualizadas. El mensaje es claro: habilita nuevas formas de abastecimiento, pero con control rígido.
La estación de servicio del balneario queda en el centro de ese mapa, porque cualquier cambio en el abastecimiento impacta directo en vecinos, turistas, prestadores y trabajadores. Con reglas nuevas, el foco pasa por sostener suministro, ordenar la operación y evitar improvisaciones en plena temporada.


















