
Argentina envejece: menos nacimientos y un sistema jubilatorio bajo presión creciente
Actualidad14/12/2025
REDACCIÓN
La caída sostenida de los nacimientos y el aumento de la longevidad reconfiguran el mapa social argentino. Con menos aportantes y más jubilados, el sistema previsional entra en una zona de tensión que obliga a repensar reglas, políticas y cuidados.


Argentina registra uno de los niveles de natalidad más bajos de su historia reciente. La tasa llegó a 11 nacimientos cada 1.000 habitantes y mantiene una curva descendente desde hace más de una década, según datos oficiales y proyecciones internacionales.
El retroceso demográfico no ocurre en soledad. Hoy existen apenas 12,8 millones de trabajadores que aportan al sistema previsional, mientras la informalidad laboral ronda el 43,2%, de acuerdo con el INDEC. El equilibrio entre aportantes y jubilados se vuelve cada vez más frágil.
El Presupuesto 2026 refleja esa tensión. Casi el 46% del gasto primario se destina al pago de jubilaciones y pensiones, en un contexto donde la cantidad de adultos mayores crece y los nuevos ingresantes al mercado laboral disminuyen.
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Las cifras históricas refuerzan la tendencia. En 2010, la tasa de natalidad alcanzaba los 18 nacimientos cada 1.000 habitantes. Hoy ese número marca el piso más bajo en 15 años, con un descenso que se aceleró desde 2014.

Los registros del Ministerio de Salud muestran el impacto concreto. En 2023 se contabilizaron 460.902 nacidos vivos, un 48% menos que en el año 2000. El dato confirma un cambio estructural en la dinámica poblacional del país.
El abogado previsional Cristian D’Alessandro advierte sobre el futuro del sistema. “Hoy el sistema se sostiene por 1,3 trabajadores activos por cada pasivo”, señala, y agrega que la falta de recambio generacional agrava el panorama a mediano plazo.
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Desde CIPPEC, Manuel Mera suma otra mirada. “Criar hijos no solo es caro en términos monetarios, también en tiempo”, explica, y vincula la baja en los nacimientos con cambios culturales y nuevas prioridades familiares.
El envejecimiento poblacional acelera el problema. La esperanza de vida pasó de 72 años en los noventa a 77 en la actualidad, con proyecciones que superan los 80 años hacia fin de siglo, lo que presiona aún más al sistema previsional.
La tasa de fecundidad acompaña la caída. Argentina registra 1,36 hijos por mujer, muy por debajo del nivel de reemplazo poblacional. En paralelo, crecen los hogares unipersonales y se posterga la maternidad y la paternidad.
Para Gala Díaz Langou, el fenómeno expresa un cambio social profundo. “Cuando las instituciones no cuidan, formar una familia deja de ser un proyecto deseable y pasa a vivirse como un riesgo”, afirma. El debate sobre el futuro previsional ya no admite postergaciones.


















