
Tierra del Fuego abre otra puerta productiva y mira al mar con nuevas reglas
Actualidad16/12/2025
REDACCIÓN
Tierra del Fuego dio un giro en su esquema económico con la sanción de una ley que autoriza la acuicultura. La norma habilita el cultivo de salmón y trucha y deja atrás la prohibición total que regía desde 2021.


La votación en la Legislatura provincial expuso un clima de debate intenso sobre el futuro productivo fueguino. En ese marco, la nueva ley apareció como una señal política que apunta a sumar alternativas más allá del régimen industrial vigente.
El texto aprobado fija un marco regulatorio con controles ambientales estrictos. La actividad queda vedada en el Canal Beagle, el Lago Fagnano y la Laguna Esmeralda, zonas consideradas sensibles por su valor natural y turístico.
El norte de la provincia surge como el área con mejores condiciones para avanzar con proyectos. Las bajas temperaturas del agua y su calidad colocan a la región en sintonía con experiencias exitosas de otros países.
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Desde el gobierno provincial ya habían anticipado el respaldo a la iniciativa. “Somos conscientes de la necesidad de cuidar el ambiente, pero tenemos que generar empleo”, expresó el gobernador Gustavo Melella meses atrás al referirse al tema.
El impulso legislativo llevó la firma del senador Agustín Coto, quien celebró la aprobación. “Se reemplaza la prohibición total por un marco moderno y regulado”, sostuvo, al remarcar que habrá evaluaciones ambientales y reglas claras.
La ley también despertó reacciones a nivel nacional. El ministro Federico Sturzenegger se expresó en redes sociales y afirmó: “La acuicultura deja de estar prohibida. Tierra del Fuego tiene que aprovechar sus ventajas”.
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Uno de los ejes del nuevo esquema pasa por la generación de empleo en distintas ramas. La cadena acuícola demanda perfiles técnicos, logística especializada, procesamiento industrial y tareas de investigación aplicada.
El sector turístico, principal motor económico fueguino, quedó fuera de la controversia. Las autoridades señalaron que la norma no afecta esa actividad y que la convivencia entre sectores resulta posible bajo controles firmes.
Argentina consume más de 5.000 toneladas anuales de salmón, casi en su totalidad importado. Con esta ley, Tierra del Fuego busca producir parte de ese volumen, sumar valor local y reducir la dependencia externa.


















