Suman vigilancia aérea con cámaras térmicas para detectar incendios más rápido

Un dispositivo montado en el avión Jabiru J-430, propiedad de la empresa estatal rionegrina INVAP, se incorpora como herramienta de observación aérea con cámaras térmicas y transmisión en tiempo real. El objetivo apunta a fortalecer la detección temprana y el seguimiento de focos ígneos en distintos ambientes de la provincia. La propuesta integra tecnología y formación operativa para reducir demoras en la lectura de la situación.

El sistema permite que las imágenes captadas durante los vuelos lleguen de forma directa al centro de monitoreo de la Central del SPLIF Bariloche. Esa conexión habilita una visualización inmediata del comportamiento del fuego y del territorio afectado. Con esa información, el equipo puede ajustar criterios de despliegue sin esperar reportes demorados desde el terreno.

Es un proyecto de colaboración impulsado por el gobierno de Río Negro, con base en instalaciones de INVAP. Allí se realizó la capacitación inicial de personal del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF). La idea pone el foco en sumar capacidades específicas para tareas de observación aérea y detección temprana.

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La instancia formativa se dirige a un grupo de combatientes y personal técnico del SPLIF. El entrenamiento busca incorporar herramientas para observar focos ígneos, analizar su evolución y mejorar la toma de decisiones operativas con información a la vista. El esquema apunta a que el uso del dispositivo se traduzca en acciones más rápidas y con mejor precisión.

La capacitación se organiza a través de módulos técnicos orientados al manejo del equipo diseñado para este proyecto. El dispositivo se usa de manera conjunta entre SPLIF e INVAP, con criterios operativos compartidos. Ese formato permite que el conocimiento quede en el personal que después ejecuta la tarea en vuelo y en la central de monitoreo.

Las actividades incluyen prácticas con pilotos especializados provenientes de la provincia de Córdoba. El plan contempla la asignación de aproximadamente 200 horas de vuelo a lo largo de la temporada, como parte del entrenamiento y de la prueba en escenarios reales. Esa cantidad de horas busca dar continuidad a los ejercicios y sumar situaciones diversas de observación.

En esta primera etapa, el proyecto mantiene un carácter experimental. La evaluación operativa y los ajustes se integran al trabajo de temporada, con análisis de rendimiento del sistema y su utilidad en distintos contextos. Si los resultados sostienen lo esperado, la provincia prevé incorporar este recurso como parte permanente del esquema de prevención y manejo del fuego.

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Durante la temporada, Río Negro contará con dos aeronaves operativas: una destinada a detección y observación aérea y otra orientada al combate del fuego. El avión observador se utiliza, entre otras funciones, para realizar sobrevuelos preventivos luego de tormentas eléctricas. También se enfoca en el monitoreo de incendios en zonas de estepa, donde la detección temprana impacta de manera directa en el control inicial.

La incorporación de esta tecnología reduce tiempos de evaluación y mejora la capacidad de decisión operativa al sumar información precisa en tiempo real. Con la transmisión inmediata, el sistema aporta datos sobre avance del fuego, intensidad y condiciones del entorno, con lectura conjunta desde aire y central. En el gobierno provincial señalan que el trabajo con INVAP se integra a una estrategia de fortalecimiento del sistema, con énfasis en innovación tecnológica, capacitación del personal y anticipación para el cuidado del territorio.