
Briatore cambió el tono con Colapinto y lo puso a la par de Gasly en Alpine
Deporte19/12/2025
Sergio Bustos
Flavio Briatore mostró en poco tiempo dos miradas muy distintas sobre Franco Colapinto en su primera temporada dentro del universo Alpine. El italiano, con peso decisivo en el equipo de Enstone, pasó de cuestionarlo con dureza a destacarlo como una pieza que hoy encaja en el proyecto. Ese cambio aparece en declaraciones separadas por apenas tres meses y deja una lectura evidente: en Alpine, la vara es el resultado.


A fines de agosto, en el Gran Premio de los Países Bajos en Zandvoort, Briatore fue directo y expuso su fastidio con el rendimiento del argentino. En esa jornada soltó una frase que quedó como la más pesada de su evaluación: “Ya lo he visto todo, no creo que necesite ver nada más. Tal vez no era el momento para tener a Franco en la Fórmula 1. Tal vez necesitaba otro año para ser parte de la Fórmula 1. No estoy contento con el resultado. Lo importante es el resultado. Realmente no es lo que esperaba de Franco Colapinto”.
Ese diagnóstico público dejó a Colapinto bajo presión, sobre todo por el contexto de Alpine en una temporada que no le dio respuestas al equipo. En la estructura francesa, las definiciones suelen venir desde arriba y Briatore no suele suavizar sus formas cuando siente que algo no cierra. El mensaje, en aquel momento, ubicó al argentino en un lugar incómodo y con margen reducido para equivocaciones.
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Sin embargo, tres meses después Briatore mostró una visión totalmente distinta en declaraciones que recogió el medio LWOS. En esa nueva intervención, habló de dudas internas al inicio y de un convencimiento que se instaló con el correr de las carreras. Lo expresó así: “Al principio, había mucha gente en el equipo que no estaba convencida del rendimiento de Franco. Yo seguí con él y ahora todo el mundo cree que Franco es fantástico para nosotros y es el compañero de equipo adecuado para Pierre Gasly”.
El elogio no quedó solo en una frase general. Briatore profundizó sobre lo que percibió en el argentino con el paso de los meses y puso el foco en una mejora sostenida. En ese tramo, marcó un cambio de perfil y de vínculo con el trabajo fino del auto: “He pasado mucho tiempo con Franco y vi un cambio en él. Su madurez en los últimos meses ha cambiado por completo… Entiende lo que hace con el equipo, con la ingeniería; me sorprendió mucho”.
También se apoyó en datos de pista para respaldar su lectura. Briatore destacó que, según su mirada, Colapinto cerró una seguidilla más limpia y con ritmo cercano al de Pierre Gasly, a quien valoró como referencia interna. Lo dijo en términos concretos: “Si nos fijamos en las últimas carreras, no hubo accidentes y estuvo manejando muy bien. Estuvo cerca, dos décimas por delante, dos décimas por detrás de Pierre, y considero a Pierre uno de los mejores pilotos de la Fórmula 1”.
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El giro discursivo se entiende mejor si se mira el escenario global del equipo. Briatore impulsó una decisión fuerte dentro de Alpine: dejar 2025 como un año con prioridad menor y orientar energías hacia 2026, cuando llega una nueva normativa técnica. La consecuencia deportiva, según el propio contexto que se menciona, fue dura para la escudería francesa, que terminó abajo y con una temporada de rendimiento pobre.
En ese marco, Briatore también fijó el objetivo inmediato para el año que viene y lo planteó como una obligación personal dentro del equipo. “Mi trabajo es entregarles a Pierre y Franco el coche adecuado el año que viene”, afirmó. La frase deja a la vista que la evaluación no se detiene en la figura del piloto, sino que se extiende a la capacidad del equipo para darle una herramienta competitiva.
La etapa que viene suma un elemento central: el próximo chasis correrá con motores Mercedes, un cambio estructural para el proyecto de Enstone. Con la temporada 77 que arranca en Melbourne como primer examen visible, Alpine llega a un momento donde la paciencia se achica y el rendimiento pesa más que cualquier relato. En ese contexto, Colapinto queda en el centro de una historia que ya mostró dos caras: primero el reproche y después el respaldo.


















