En el Concejo Deliberante, operarios de Red Chamber exigen diálogo con Provincia

La última sesión del año del Concejo Deliberante de Puerto Madryn volvió a poner el foco en un reclamo social que se sostiene desde hace meses. En la Banca del Vecino, trabajadores de Red Chamber Argentina denunciaron que la empresa no reincorporó de manera efectiva a 78 empleados vinculados a la ex Alpesca. En ese marco, exigieron intervención directa del Gobierno provincial para abrir un canal formal de diálogo.

Uno de los oradores fue Leonardo Román, trabajador e integrante de la comisión del STIA. Román explicó que integra el grupo de operarios que, según su relato, quedaron dados de alta “de manera incorrecta” y atraviesan una precariedad que se prolonga desde la finalización del contrato entre el Gobierno y la empresa de capitales estadounidenses. Planteó que esa situación los deja sin estabilidad y sin certezas sobre su continuidad laboral.

En su exposición, Román pidió una interlocución concreta con Provincia y apuntó al rol del Ejecutivo para destrabar el conflicto. “Fuimos uno de los 78 compañeros que nos dieron de alta mal. Venimos a pedir un canal de diálogo, un nexo con el Gobierno provincial, porque el Gobernador es el que puede solucionar esto”, expresó. El reclamo no se concentró en un pedido de asistencia, sino en la regularización del vínculo laboral.

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El trabajador también cuestionó el cumplimiento normativo por parte de la firma y habló de irregularidades en la forma de contratación. “Hoy nos tienen como eventuales, no respetan la ley de expropiación y tampoco otras leyes”, afirmó ante concejales y público. En esa línea, sostuvo que el encuadre actual no refleja la situación real del plantel afectado.

Román además recordó decisiones políticas recientes vinculadas a la operatoria pesquera de la empresa y mencionó a funcionarios provinciales. “La merluza no se pescó y se iban a perder los cupos, el langostino de la provincia también se pescaba mal, no sacaban todos los barcos. Por eso los sacaron, con razón”, sostuvo, en referencia al gobernador Ignacio Torres y al secretario de Pesca Andrés Pedro Arbeletche. Desde su punto de vista, esas medidas se tomaron por irregularidades, pero el costo directo recayó sobre los trabajadores.

El núcleo de su planteo volvió una y otra vez sobre una misma idea: el conflicto los deja atrapados entre decisiones empresariales y definiciones estatales. “Nos estamos comiendo un garrón que no generamos nosotros y que no merecemos. Solo queremos trabajar como corresponde”, enfatizó. En el recinto, el reclamo buscó mostrar que la discusión no se reduce a números, sino a condiciones concretas de empleo.

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Sobre la dimensión del problema, Román ratificó que 78 trabajadores siguen en una situación irregular y agregó que también existieron despidos de otros compañeros con los que no lograron tomar contacto. “Hay compañeros que estaban dentro de la ley y aun así los echaron”, lamentó. Con esa frase, marcó que el panorama incluye casos distintos y que el grupo no consigue todavía un relevamiento completo.

El impacto social apareció como uno de los momentos más sensibles del testimonio, con referencias directas a lo que ocurre en los hogares. “La estamos pasando mal. Hubo un compañero que terminó internado y llorando. Nosotros no queremos una bolsa de comida, queremos el trabajo que nos corresponde”, expresó. En su intervención, describió que algunos trabajadores recurrieron a ayudas y bolsones de comida, pero remarcó que la prioridad sigue puesta en recuperar el empleo en condiciones regulares.

Al salir de la sesión, Román evaluó que parte del cuerpo deliberativo ya conocía el conflicto y que otros concejales no dimensionaban su alcance. “Nosotros vinimos a pedir una mano y a visibilizar lo que está pasando. A veces, cuando hay algo turbio, es más fácil ensuciar todo para que no se arregle”, reflexionó. También destacó el efecto de la exposición pública y la circulación en redes: “La difusión sirvió. Ya nos están mandando mensajes desde Buenos Aires. Hoy las redes empujan mucho, TikTok, todo eso. Yo soy medio cavernícola, uso WhatsApp, pero hay que aprender”, dijo.

Mientras el reclamo se exponía en Puerto Madryn, una parte del grupo también buscó trasladar el planteo a la agenda provincial. Según contó Román,  “Fueron cuatro compañeros, todavía no hablé con ellos, pero la idea es seguir visibilizando porque no tenemos otra forma”, explicó, al cierre de su testimonio.