

En General Roca, un operativo de investigación terminó con tres detenidos vinculados a entraderas violentas que afectaron a familias de distintas ciudades del Alto Valle rionegrino y Neuquén. Los allanamientos se realizaron en cuatro domicilios y permitieron secuestrar dólares, pesos, celulares, documentación inmobiliaria y vestimenta similar a la de fuerzas de seguridad. Los investigadores buscan reconstruir cómo se organizaban y de qué manera elegían a las víctimas.


El punto de partida fueron múltiples denuncias de vecinos que relataron ingresos a sus casas con violencia y en pocos minutos. Según la información reunida, los atacantes se movían con rapidez y aprovechaban la confusión que generaba la indumentaria que simulaba la de la Policía. Esa modalidad impactó en barrios de Roca, Allen y Villa Regina, y también en sectores residenciales de Neuquén capital, donde se repitieron los episodios.
Con el trabajo de las pesquisas, los equipos lograron identificar domicilios vinculados a la organización y avanzar sobre lugares que, para los investigadores, cumplían roles distintos. Tres de los puntos allanados quedaron en la zona Norte de Roca, mientras que el cuarto funcionaba como una supuesta agencia inmobiliaria en pleno centro. En ese lugar, el hallazgo de documentos sobre operaciones sospechosas reforzó la hipótesis de una fachada comercial para encubrir movimientos de la banda.
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El secuestro de dinero en dos monedas, dispositivos digitales y la vestimenta símil policial apuntó a un nivel de preparación que excede hechos aislados. Los investigadores sostienen que esos elementos se usaban para planificar y ejecutar los ataques, con un componente de engaño y violencia que complicó la identificación inmediata de los responsables. En las denuncias, las víctimas incluyeron desde adultos mayores hasta familias jóvenes, lo que amplió el abanico de casos a revisar.
El despliegue incluyó equipos especializados de varias ciudades del Alto Valle, con participación de grupos tácticos del COER y Gabinetes de Criminalística. La intervención coordinada buscó sostener la seguridad durante los allanamientos y asegurar el trabajo de recolección de evidencia. Con las detenciones, la investigación se concentró en el análisis de lo incautado y en el vínculo con otros integrantes que ya permanecen detenidos.
Mientras tanto, en El Bolsón, otro procedimiento se activó en el centro de la ciudad luego de una situación que llamó la atención de la policía local. Dos hombres provenientes de Trelew, Chubut, quedaron demorados tras intentar interferir un móvil policial de la Comisaría 12°. La intervención de la fuerza neutralizó la maniobra y derivó en el secuestro de un dispositivo que llevaban oculto entre sus prendas.
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El episodio ocurrió poco después de las 20 del lunes, frente a un supermercado céntrico, cuando el personal detectó la presencia sospechosa de ambos y la intención de afectar el sistema de radio del patrullero. La situación generó una reacción inmediata: la comunicación interna activó refuerzos para asegurar el lugar e identificar a los involucrados. La demora se concretó en el mismo sector, sin que el hecho escalara a otros puntos del centro.
Durante la requisa, los efectivos constataron que uno de los demorados llevaba un handy de color negro. La policía lo describió como un dispositivo de comunicación utilizado para inhibir la señal de controles remotos que manejan alarmas y cierres centralizados de vehículos. Los sujetos, de 26 y 29 años, fueron trasladados a la unidad policial en calidad de demorados mientras se iniciaban las actuaciones de rigor.
Luego, el Gabinete de Criminalística trabajó en el sitio para asegurar pruebas y la Fiscalía dispuso el secuestro del equipo hallado. También ordenó solicitar los antecedentes penales de ambos. Según lo informado, los hombres llegaron desde Chubut con la intención de aprovechar el movimiento turístico para delinquir, una línea que quedó bajo análisis en el marco de las actuaciones.



















