Un abogado de Viedma bajo la lupa por la investigación judicial contra la cúpula de la AFA
Policiales24/12/2025
Sergio Bustos
El abogado patagónico investigado.
La justicia federal profundiza sus investigaciones sobre el manejo de fondos y las estructuras de poder dentro de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), en una causa que tiene como principales figuras al presidente Claudio “Chiqui” Tapia y al tesorero Pablo Toviggino. En este escenario de sospechas y auditorías, comenzó a tomar relevancia el nombre de Juan Pablo Beacon, un abogado radicado en la capital rionegrina que escaló posiciones dentro de la dirigencia deportiva nacional. Beacon, hijo del histórico dirigente de la Liga Rionegrina Alberto Beacon, es señalado por su estrecha relación con la actual conducción de la calle Viamonte.
El profesional desarrolló gran parte de su carrera en la ciudad de Viedma, donde combinó la actividad privada con incursiones en la política y la función pública provincial. Su trayectoria en el fútbol comenzó en el ámbito regional, logrando la presidencia de la Federación Patagónica de Fútbol, plataforma que le permitió dar el salto al Consejo Federal de la AFA en el año 2016. En ese organismo, se desempeñó como asesor legal bajo la presidencia ejecutiva de Toviggino, consolidando un vínculo personal y profesional que hoy es objeto de análisis en los despachos judiciales que investigan la gestión de la entidad.
Los antecedentes de Beacon en la administración pública rionegrina también registran episodios que tuvieron repercusión mediática en el pasado. En el año 2012, se incorporó como asesor legal a la empresa estatal Vial Rionegrina Sociedad del Estado (Viarse), cargo que abandonó tras una polémica generada por la desaparición de una chequera que se encontraba bajo su custodia. Este hecho marcó un antes y un después en su paso por el Estado provincial, volcando luego sus esfuerzos hacia la representación de sectores de retirados en reclamos contra decretos gubernamentales.
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En el plano de la política partidaria, el abogado intentó alcanzar la intendencia de Viedma en 2011 representando al ARI. Aquella elección lo ubicó en el tercer puesto con una cosecha de apenas 871 votos, quedando muy lejos de las fuerzas mayoritarias que polarizaron la compulsa en ese momento. Tras ese traspié electoral, su energía se concentró en el ascenso dentro de la estructura del fútbol, donde su familia mantiene una influencia histórica a través de su hermano, quien actualmente forma parte del Tribunal de Disciplina del Interior.
La conexión de Beacon con el mundo de los negocios deportivos se materializó en los últimos años a través de la firma Malte SRL. Esta empresa, vinculada al ámbito del fútbol, fue patrocinadora del club Sol de Mayo durante su reciente participación en el Torneo Federal. Además, existen versiones sobre la intervención de la sociedad en la gestión de transferencias de jugadores, tanto locales como extranjeros, incluyendo contactos con clubes de la provincia de Buenos Aires como Arsenal de Sarandí, aunque estas operaciones nunca contaron con una confirmación oficial por parte de las instituciones.
La investigación judicial que sacude a la AFA busca determinar si existieron desvíos de fondos o manejos irregulares en las licitaciones y contratos comerciales de la asociación. En ese marco, los peritos analizan los roles de los asesores y colaboradores directos del binomio Tapia-Toviggino, donde el abogado viedmense ocupaba un lugar de confianza. Las sedes judiciales donde se tramita la causa comenzaron a requerir información sobre las sociedades y el patrimonio de los dirigentes que formaron parte del círculo íntimo de la toma de decisiones en el Consejo Federal.
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La exposición mediática de Beacon en la capital rionegrina siempre fue alta debido a su rol como representante legal en causas colectivas de gran impacto social. Sin embargo, su faceta como operador en las sombras de la política deportiva nacional lo mantuvo en un perfil más reservado hasta que las citaciones judiciales empezaron a circular. El entorno de la Liga Rionegrina observa con cautela cómo evoluciona la situación procesal de uno de sus hijos pródigos, cuya carrera parece haber quedado atada a la suerte de la actual conducción del fútbol argentino.
Por el momento, no se registraron imputaciones formales contra el letrado, pero su inclusión en los reportes de inteligencia financiera y expedientes judiciales marca un cambio de clima en la región. La justicia intenta desentrañar si las estructuras lideradas por Toviggino utilizaron intermediarios para concretar negocios ajenos al objeto social de la AFA. Mientras tanto, en Viedma, los antecedentes de Beacon en la administración pública vuelven a salir a la luz como parte de un rompecabezas que busca explicar el vertiginoso ascenso del dirigente patagónico en el poder central de Buenos Aires.
El desenlace de esta causa podría afectar no solo a los máximos referentes del fútbol nacional, sino también a la red de asesores y empresas satélites que crecieron al amparo de la actual gestión. La situación de Juan Pablo Beacon se suma a una lista de dirigentes del interior que hoy deben dar explicaciones sobre su rol en una de las instituciones más poderosas del país. El fútbol rionegrino, en tanto, aguarda definiciones que podrían modificar radicalmente la composición de sus órganos directivos y de disciplina en los próximos meses.
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