De Egipto a los cometas: los enigmas del pasado que la ciencia descifró en 2025

Actualidad24/12/2025

Misterios

El año 2025 marcó un punto de inflexión para muchos misterios. El avance de tecnologías como el análisis genético de alta precisión, la inteligencia artificial aplicada a la arqueología, la reinterpretación de registros históricos y la integración de disciplinas científicas permitió resolver preguntas que llevaban décadas —e incluso siglos— abiertas. En la mayoría de los casos, la clave no fue un hallazgo aislado, sino la combinación de datos antiguos con nuevas herramientas de análisis.

Desde tumbas reales en Egipto hasta cometas formados en los orígenes del sistema solar, la ciencia logró cerrar ocho capítulos fundamentales del pasado.

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1. El agua de la Tierra y su vínculo con los cometas
El origen del agua terrestre ha sido uno de los debates más persistentes de la ciencia planetaria. Durante años, se sostuvo que los océanos se formaron principalmente a partir del vapor liberado por la actividad volcánica primitiva del planeta. Sin embargo, en 2025, una reinterpretación de los datos obtenidos por la misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea reabrió el debate con nuevas evidencias.

El análisis detallado del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko reveló que su agua presenta una proporción de deuterio e hidrógeno muy similar a la de los océanos terrestres. Esta “firma química” es clave para rastrear el origen del agua y sugiere que los cometas de la familia de Júpiter pudieron haber desempeñado un papel fundamental en el suministro de agua durante los primeros millones de años de la Tierra. El hallazgo refuerza la idea de que nuestro planeta recibió aportes hídricos tanto de asteroides como de cometas primitivos.

2. Uno de los mayores enigmas de la egiptología fue resuelto en febrero de 2025, cuando una misión conjunta británico-egipcia localizó la tumba del faraón Tutmosis II cerca del Valle de los Reyes. El paradero del sepulcro había permanecido desconocido durante más de un siglo, a pesar de la relevancia histórica del gobernante.

La cámara funeraria, decorada con jeroglíficos y mapas celestes, aportó información clave sobre los inicios de la dinastía XVIII y sobre la evolución de la arquitectura funeraria real. Se trata del primer hallazgo de una tumba real en la zona desde 1922 y permitió comprender mejor el contexto político y religioso del período en el que reinó el esposo y medio hermano de la célebre Hatshepsut.

3. Los nuevos geoglifos de Nazca
El desierto del sur de Perú fue escenario de uno de los avances arqueológicos más impactantes del año. Gracias al uso de inteligencia artificial aplicada al análisis de imágenes aéreas, investigadores de la Universidad de Yamagata identificaron 303 nuevos geoglifos en apenas seis meses, duplicando la cantidad conocida hasta el momento.

Las nuevas figuras, que incluyen animales, formas humanas y patrones geométricos, fueron creadas entre el 200 a.C. y el 650 d.C. La verificación en terreno confirmó su autenticidad y reforzó la idea de que las Líneas de Nazca formaban parte de un vasto paisaje ceremonial, utilizado para rituales, procesiones y vínculos simbólicos con deidades preincaicas.

4. Durante siglos, una momia conservada en una iglesia rural de Austria estuvo rodeada de mitos sobre milagros y propiedades curativas. En 2025, una filtración de agua obligó a retirar el cuerpo de su cripta, lo que permitió realizar estudios científicos exhaustivos.

Los análisis revelaron que se trataba de Franz Xaver Sidler von Rosenegg, un aristócrata del siglo XVIII convertido en vicario parroquial. Además, los investigadores identificaron un método de embalsamamiento hasta entonces desconocido, lo que explicó el excepcional estado de conservación y cerró definitivamente un misterio alimentado por tradiciones locales durante generaciones.

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5. Los llamados Cachorros Tumat, hallados en Siberia y conservados en hielo durante más de 14.000 años, fueron considerados durante años evidencia de una temprana domesticación del perro. Sin embargo, en 2025, análisis genéticos y químicos ofrecieron una conclusión diferente.

Los resultados demostraron que los cachorros eran lobos salvajes y que no habían tenido contacto con humanos. Este descubrimiento obligó a revisar las teorías sobre el origen de la relación entre humanos y perros, aportando una visión más precisa sobre uno de los procesos culturales más importantes de la prehistoria.

6. El barco Hjortspring, uno de los navíos más antiguos de Europa, fue durante décadas un objeto arqueológico sin contexto claro. Excavado en una ciénaga danesa en la década de 1920, apareció acompañado de armas, pero sin información sobre su función o procedencia.

Investigaciones recientes demostraron que el barco recorrió largas distancias antes de ser hundido, lo que sugiere una expedición militar planificada. El hallazgo de una huella dactilar parcial en restos de alquitrán proporcionó un vínculo directo con uno de sus tripulantes, algo excepcional para este período histórico.

7. Las enfermedades ocultas del ejército de Napoleón
La retirada de Napoleón de Rusia en 1812 siempre se atribuyó al frío extremo, el hambre y el tifus. No obstante, en 2025, el análisis genético de dientes de soldados reveló un escenario sanitario mucho más complejo.

Los investigadores detectaron bacterias responsables de fiebre paratifoidea y fiebre recurrente, enfermedades que contribuyeron de manera significativa a la mortandad del ejército. El estudio amplió la comprensión de las causas reales del colapso militar y cambió la visión tradicional sobre uno de los episodios más dramáticos de la historia europea.

8. El volcán que enfrió el planeta en 1831
Durante décadas, los científicos buscaron identificar el volcán responsable de una erupción en 1831 que provocó un enfriamiento global y severas crisis agrícolas. En 2025, la combinación de registros climáticos, depósitos volcánicos y documentos históricos permitió señalar finalmente al causante.

La identificación cerró un vacío clave en la historia climática moderna y demostró cómo un solo evento natural puede alterar el equilibrio del planeta durante años, afectando sociedades enteras y la producción de alimentos a escala global.

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En conjunto, estos ocho descubrimientos confirman que el pasado no es un territorio cerrado ni inmóvil. Gracias a nuevas herramientas científicas y a enfoques interdisciplinarios, preguntas que parecían eternas encontraron respuestas verificables.

El año 2025 demostró que la ciencia no solo avanza hacia el futuro, sino que también ilumina el pasado, transformando antiguos enigmas en conocimiento sólido y ampliando nuestra comprensión de la historia humana y natural.