Salud provincial refuerza cuidados para evitar ahogamientos infantiles durante el verano

Con la llegada del verano y el crecimiento de las actividades recreativas al aire libre, el Gobierno del Chubut difundió una serie de recomendaciones destinadas a prevenir ahogamientos en niños y adolescentes, una problemática que se intensifica en esta época del año. Las acciones se canalizan a través de la Secretaría de Salud, con foco en la concientización familiar y comunitaria.

Desde el área sanitaria remarcaron que la prevención resulta central, ya que el ahogamiento figura como una de las principales causas de muerte por traumatismos no intencionales en menores de 18 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud. La advertencia se vincula directamente con el uso recreativo de piletas, ríos, lagos y espacios domésticos con agua.

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La directora provincial de Maternidad, Infancia y Adolescencia, Silvina Leiva, explicó que “los niños menores de 5 años son el grupo más vulnerable debido a su limitada capacidad para reconocer peligros y su dependencia de cuidadores”. En ese sentido, señaló que los accidentes suelen producirse en el hogar, “en lugares como piletas, baldes y bañeras”, donde el riesgo muchas veces se subestima.

En el caso de los adolescentes, la funcionaria indicó que la mortalidad por ahogamiento “está relacionada con la subestimación de riesgos, el consumo de alcohol o drogas y la práctica de actividades acuáticas sin medidas de seguridad”. Esta combinación de factores aparece con mayor frecuencia durante el receso estival.

Leiva también describió cuáles son los entornos más riesgosos y advirtió que “los accesos directos a espejos de agua, la falta de barreras físicas y la supervisión inadecuada aumentan significativamente el riesgo de accidentes”. Por ese motivo, insistió en la necesidad de planificar y acondicionar los espacios antes de su uso.

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Respecto de los niños pequeños, subrayó la importancia de la vigilancia permanente al señalar que “siempre debe haber un adulto responsable vigilando a los niños a una distancia no mayor al largo de un brazo”. A su vez, aclaró que “la supervisión nunca debe delegarse en otros niños, y deben evitarse distracciones, como lo es el uso de celulares”.

En relación con los espacios seguros, recomendó que “las piletas deben contar con cercos de al menos 1,30 metros de altura, con barrotes separados por menos de 10 centímetros”, y agregó que “se deben vaciar baldes y piletas inflables después de usarlas”. También indicó que “se deben usar chalecos salvavidas homologados en lugar de flotadores inflables o brazaletes”.

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La funcionaria destacó además la importancia de la formación temprana y el acompañamiento adulto. En ese marco, sostuvo que resulta conveniente “introducir a los niños a la natación entre los 3 y 5 años, con personal preparado”, y promover la capacitación de cuidadores en primeros auxilios y maniobras de reanimación cardiopulmonar básica.

Para los adolescentes, Leiva remarcó que “nunca deben nadar solos, hay que evitar el consumo de alcohol o drogas, respetar las señales y recomendaciones en zonas de baño, usar chalecos salvavidas, y bañarse solo en lugares habilitados y con presencia de guardavidas”. También señaló la necesidad de prestar atención especial a niños con condiciones de salud particulares.

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Finalmente, recordó cómo actuar ante una emergencia y enfatizó que “en una emergencia cada segundo cuenta”. Detalló que “si la persona respira se la debe mantener calmada y llamar al 107 para solicitar ayuda”, mientras que “si no respira, se deben iniciar maniobras de RCP de inmediato y continuar hasta que llegue la ayuda profesional”.