Jurado popular declaró culpable a un hombre por abusos sexuales contra su sobrina

Un jurado popular declaró culpable a un hombre acusado por hechos de abuso sexual contra su sobrina en Puerto Madryn. El veredicto salió por unanimidad y marcó el cierre de un juicio por jurados impulsado por el Ministerio Público Fiscal. La causa se tramitó con intervención de organismos vinculados a la protección de niñas, niños y adolescentes.

El debate lo dirigió la jueza técnica María Alejandra Hernández. La acusación la sostuvieron las fiscales María Angélica Carcano y Romina Carrizo, en representación del Ministerio Público Fiscal. También participó la Asesoría de Menores, en el marco de un proceso que exigió resguardar a la víctima por su edad.

De acuerdo con lo que el juicio dio por probado, el jurado declaró al acusado responsable de un hecho de abuso sexual con acceso carnal y de un hecho de abuso sexual simple. La víctima era una niña y, al momento de los hechos, tenía menos de 13 años. La investigación ubicó los episodios en distintos momentos entre 2016 y 2018, en domicilios de la ciudad.

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La acusación planteó que el hombre aprovechó una situación de vulnerabilidad y el vínculo de confianza propio del ámbito familiar. Ese contexto resultó central para interpretar cómo ocurrieron los hechos y cómo impactaron en la víctima. El juicio abordó el caso con enfoque de protección integral, según lo informado por el Ministerio Público Fiscal.

Los delitos se encuadraron en el artículo 119 del Código Penal, en concurso real. Además, el tribunal valoró la situación en un marco de violencia de género y con perspectiva de niñez, en línea con normativa nacional e internacional. Entre los instrumentos citados en el proceso se mencionaron la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención de Belém do Pará.

Durante las deliberaciones, el jurado analizó la prueba producida en el debate, que incluyó testimonios y pericias. También evaluó la declaración de la víctima realizada en Cámara Gesell, una herramienta utilizada para evitar la revictimización. Con ese conjunto de elementos, el jurado llegó al veredicto unánime de culpabilidad.

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La decisión del jurado resolvió la cuestión central del juicio: la responsabilidad penal del acusado. A partir de esa determinación, el caso pasó a la etapa de fijación de pena bajo la órbita de la jueza técnica. El proceso concluyó con una resolución que dejó asentada la sanción.

Finalmente, la jueza María Alejandra Hernández dispuso una pena de 10 años de prisión de efectivo cumplimiento. La sentencia se dictó tras el veredicto del jurado, como establece el esquema del juicio por jurados. La resolución cerró el tramo oral y público del expediente.

El Ministerio Público Fiscal destacó el resultado del juicio por jurados como un veredicto de culpabilidad obtenido en debate. La causa incorporó herramientas probatorias propias de este tipo de delitos, con especial resguardo para la víctima. En ese marco, el expediente quedó definido con condena y pena de cumplimiento efectivo.