ARGENTINA: PRIMER PAÍS EN EL MUNDO EN CONSUMIR PAN TRANSGÉNICO

El trigo HB4 fue aprobado en octubre del 2020 y logró su comercialización en mayo del 2022, convirtiendo a la Argentina en el primer país del mundo en aprobar un trigo transgénico. La empresa Bioceres, encargada de su comercialización, anunció que 25 de sus molinos habían comenzado a procesar el cuestionado trigo transgénico. También agregaron que al menos otras 25 industrias molineras ya lo están procesando.

El nuevo trigo HB4, tiene entre sus características, la resistencia a la sequía y tolerancia al herbicida glufosinato de amonio (un herbicida cinco veces más tóxico que el glifosato).

Los principales cuestionamientos

La duda es, ¿cómo puede afectar a la salud este tipo de trigo transgénico?

El Ingeniero agrónomo Fernando Frank, integrante del colectivo Trigo Limpio, comentó que "en principio, tendría tolerancia a la sequía, algo que al momento no fue comprobado a pesar de haber sido anunciado, y por otro lado, tiene resistencia al herbicida glufocinato de amonio”, y en este sentido, advierte que “el glufocinato de amonio, consumido de la forma de la forma que sea, es decir a través del alimento, por cercanía a los campos del cultivo, o por el agua (donde quedan los residuos de lo fumigado), es muy perjudicial para la salud”.

“Hasta el momento, los trigos del país son catalogados como no transgénicos, aunque en muchos casos es cierto que se usan agrotóxicos en los cultivos. Con esto no estamos diciendo que antes del trigo HB4 todos los cultivos eran orgánicos y recién ahora va a empezar a ser fumigado con veneno. Pero, lo que nos parece importante destacar y es parte de la discusión que nos interesa dar es que, si se libera un transgénico tolerante a un herbicida tan potente, es probable que sea utilizado cada vez en mayor medida, por lo tanto, es muy probable que queden cada vez más residuos en los granos y luego se pasen a los alimentos derivados de esos granos de trigo”, asegura.

Rechazo por el trigo HB4

El Centro de Exportadores de Cereales emitió un comunicado cuando se conoció la aprobación, destacando que,  “Las consecuencias económicas de eventuales pérdidas de mercado recaerán sobre el Ministerio de Agricultura) y la empresa desarrolladora (Bioceres)”.

Por su parte la Sociedad Argentina de Nutrición y Alimentos Reales (Sanar), indicó, “se comunican novedades en la alimentación de la mano de avances tecnológicos pero estos avances no son para mejorar la calidad de los alimentos o sumar algún tipo de control. Al contrario, es un desarrollo tecnológico que viene de la mano de un paquete de venenos”.

En tanto Frank considera que “se mezclaron conceptos y definiciones de manera intencional”: “Al trigo HB4 se lo presentó como un desarrollo cien por ciento nacional a partir de un descubrimiento realizado por investigadores de Conicet y de la Universidad del Literal. Sin embargo, la empresa que lo comercializa, que es Bioceres, si bien es de origen nacional actualmente cotiza en la bolsa de Wall Street y opera como una Transnacional. Y hay otro error más: La patente del desarrollo tecnológico tampoco es cien por ciento del estado nacional como se dice ya que una parte la tiene Bioceres”, detalla.