PROBARON CON ÉXITO EL MAYOR CRUCERO JAMÁS CONSTRUÍDO

El Icon of the Seas, el crucero más grande y lujoso del mundo, ha superado las pruebas de mar y se prepara para ofrecer una experiencia sin precedentes a sus 7.600 pasajeros. Sin embargo, activistas y ecologistas denuncian el enorme impacto ambiental que representa este coloso marino y cuestionan la contradicción entre su lujo y los esfuerzos de sostenibilidad que se les pide a los ciudadanos.

Turismo 16 de julio de 2023 Christian Devia Christian Devia
Crucero grande grande
Crucero grande grande

El Icon of the Seas, con sus imponentes dimensiones de 355 metros de largo, 20 plantas y 250.000 toneladas, ha llamado la atención del mundo mientras realizaba sus primeras pruebas de mar frente a las costas de Finlandia. Este monstruo marino, valorado en dos mil millones de dólares y cinco veces más grande que el Titanic, promete ser el parque de atracciones flotante más grande jamás construido. Con toboganes acuáticos, piscinas, una ola artificial para hacer surf, minigolf, pista de hielo y una variedad de restaurantes y bares, Royal Caribbean asegura ofrecer a sus viajeros las mejores vacaciones familiares y momentos inolvidables.

Sin embargo, el precio de estas experiencias de lujo no es para todos. El costo mínimo por persona para un crucero de una semana por el Caribe asciende a 2.029 euros, pero la factura puede llegar a varias decenas de miles de dólares según la categoría de camarote elegida. En la prensa británica, se menciona incluso el caso de un cliente que pagó 94.000 dólares por una suite familiar a bordo.

A pesar de la emoción generada por este gigante de los mares, los ecologistas están preocupados por el impacto ambiental que conlleva. Gwénaëlle Ménez, portavoz de Stop Croisières, ha señalado los efectos negativos de los gases de efecto invernadero y los residuos que estos transatlánticos generan en el medio ambiente marino. Además, los cruceros afectan la calidad del aire en los puertos que visitan y pueden tener consecuencias para la salud de los habitantes locales.

El Icon of the Seas ha sido calificado como un "disparate medioambiental" por François Gemenne, investigador del GIEC, quien destaca la alta huella de carbono del crucero y su contribución al sobreconsumo turístico.

"Su huella por pasajero es la más alta del mundo. En este contexto, este tipo de transporte se utiliza simplemente para hacer turismo. Es una exageración, este barco representa un símbolo de sobreconsumo. Es una obesidad de sobreturismo",  afirmó en el canal BFM TV.

Aunque Royal Caribbean afirma que el barco funcionará con gas natural licuado y busca reducir el uso de plásticos a bordo, el colectivo Yacht CO2 Tracker estima que los motores del crucero emitirán 33 toneladas de CO2 por hora. La huella de carbono de los pasajeros se estima en 108 kilos de CO2 por persona y día, equivalente a recorrer 450 kilómetros en un automóvil de gasolina.

La noticia ha generado controversia en las redes sociales, donde muchos internautas han criticado la contaminación generada por este crucero y han destacado la contradicción entre el lujo y el impacto ambiental. Se cuestiona cómo se puede conciliar el disfrute de estas experiencias extravagantes con los esfuerzos cotidianos que se les pide a las personas, como reciclar y ahorrar energía.

A medida que el Icon of the Seas se prepara para su primer crucero en enero de 2024 desde Miami, la discusión sobre el equilibrio entre el turismo de lujo y la sostenibilidad ambiental continúa.

   

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