EL SENADO RECHAZÓ EL MEGA DNU DEL GOBIERNO NACIONAL

Tras unas ocho horas de sesión, el Senado rechazó el mega DNU que había presentado el Presidente Javier Milei en el inicio de su gestión y que este jueves cosechó un duro revés con dicho rechazo, que ahora “pasa la pelota” a la Cámara Baja.

El Bloque Peronista junto al Kirchnerismo se mantuvieron unidos en la postura que ya se había anticipado por el rechazo y cosecharon aliados en otras bancadas, la más notoria de Martín Lousteau, quien voto por el rechazo.

Los chubutenses Carlos Linares (Kirchnerismo) y la radical Edith Terenzi también votaron en consonancia, rechazando el Decreto de Necesidad y Urgencia, que de todos modos seguirá vigente, hasta que diputados le de tratamiento.

La convocatoria al tratamiento del DNU había provocado una fisura importante entre Javier Milei y su compañera de fórmula Victoria Villaruel, presidente del Senado, aunque vale señalar que reglamentariamente Villaruel hizo lo correcto, ya no podía eludir más su tratamiento por cuestiones reglamentarias, de las cuales se había apartado hasta el momento.

En el inicio de la sesión, el jefe de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche había intentado postergar su tratamiento pero los senadores votaron por el rechazo a esta iniciativa, por lo que prosiguió el trámite parlamentario.

Fueron clave para el resultado los peronistas disidentes Carlos Espínola y Edgardo Kueider, y silvestres provinciales como Mónica Silva (Río Negro) y los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano; y la neuquina Lucila Crexell.

El Frente de Todos, primero en reclamar una sesión por esta cuestión, se mostró unido y tuvo a sus 33 legisladores para dicha moción. A ellos se unieron los opositores anti kirchneristas mencionados con anterioridad y el radical Pablo Blanco. En tanto, se abstuvieron la peronista disidente Alejandra Vigo, esposa del ex gobernador cordobés, Juan Schiaretti, los misioneros Arce y Rojas Decut, y el radical Maximiliano Abad.

Los misioneros renovadores Carlos Arce y Sonia Rojas Decut se abstuvieron.

Si bien el resultado fue negativo en la Cámara alta, el DNU continuará en vigencia -a pesar de las trabas jurídicas que ya cuenta en diversas temáticas- hasta que no sea rechazado también por la Cámara baja. De concretarse, recién ahí quedaría sin efecto.