“PRESOS EN COMISARÍAS POR FALTA DE ESPACIO EN LAS CÁRCELES”

Rodrigo Miquelarena, agregó que avanza en mejoras de los centros penitenciarios, promoviendo la reinserción a través de programas de capacitación.

Política20 de agosto de 2024Sergio BustosSergio Bustos
comisaria tercera
Rodrigo Miquelarena dio detalles de la falta de espacio en las cárceles.

Rodrigo Miquelarena, subsecretario de Justicia, reconoció que, a pesar de la persistencia de la emergencia carcelaria en la provincia, se están realizando esfuerzos para fomentar la reinserción social de quienes se encuentran privados de su libertad. Miquelarena también destacó la limitación en la capacidad de alojamiento en las instalaciones penitenciarias, afirmando: “Actualmente, casi el 30% de los detenidos en la provincia se encuentran en comisarías, lo cual no es lo ideal. Deberían estar en establecimientos carcelarios, no en comisarías, lo que genera ciertos problemas”.

Miquelarena explicó que esta situación afecta no solo a los detenidos, sino también al funcionamiento cotidiano de las comisarías y al rol específico de la Policía del Chubut. “Los agentes están capacitados para la prevención y detención de delincuentes, no para la resocialización de los mismos. Por eso, estamos trabajando para que en algún momento se sancione la creación del Servicio Penitenciario Provincial”, indicó, recordando que Chubut es una de las dos provincias en el país que aún no cuenta con este régimen.

El subsecretario mencionó los esfuerzos que se están realizando para mejorar las condiciones en todos los centros penitenciarios, incluyendo aquellos que estaban deteriorados o clausurados. En este sentido, anunció que próximamente se habilitará el pabellón Nro. 1 en la Alcaidía de Comodoro Rivadavia.

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Miquelarena también se refirió a un informe nacional que indicaba que el 70% de los detenidos en Chubut estaban alojados en comisarías, aclarando que el estudio incluía a la Alcaidía Policial bajo esta categoría. “Si aumenta el número de hechos que resultan en condenas, también aumenta la cantidad de detenidos. Desde diciembre hasta la fecha, hemos tenido un incremento del 7% en el número de detenidos, lo cual es significativo”, afirmó, señalando que actualmente hay 700 personas privadas de su libertad, en comparación con las 600 anteriores.

“El desafío es seguir reduciendo los índices de inseguridad y mejorar los centros de detención, ampliándolos para poder albergar a más detenidos. También es fundamental trabajar en el tratamiento de la pena, de manera que quienes cumplan su condena puedan reinsertarse en la sociedad”, subrayó Miquelarena. En este contexto, destacó que se están implementando distintas estrategias en áreas como salud, producción y capacitación.

Durante una Jornada sobre Gestión de Políticas Penitenciarias y Acceso a la Justicia, Miquelarena mencionó la implementación del programa Remediar, destinado a garantizar el abastecimiento de medicamentos en los centros penitenciarios. “La administración de medicamentos era bastante desordenada y había muchos errores logísticos. Estamos trabajando para organizar mejor este aspecto y poder comenzar a implementar el programa en nuestros penales”, explicó.

El subsecretario también abordó la problemática de las adicciones dentro de las cárceles, destacando que es necesario ofrecer actividades deportivas, culturales y educativas para combatir el abuso de sustancias. “Las adicciones no son exclusivas de los penales, pero muchas veces el consumo excesivo está relacionado con la falta de actividades para los detenidos. Queremos mejorar estas condiciones para cuidar también la salud de los internos”, añadió.

En cuanto a las líneas de acción para mejorar las condiciones de detención, Miquelarena destacó la importancia de proyectos productivos, como huertas, invernaderos y talleres de costura, así como la inclusión de educación física, a pesar de las limitaciones de espacio en algunos establecimientos.

Finalmente, Miquelarena subrayó la necesidad de contar con profesionales comprometidos para llevar a cabo estas actividades. “No se puede dar clases en una cárcel sin una verdadera vocación. La parte educativa, tanto primaria como secundaria, es lo que mejor funciona. Aunque enfrentamos problemas estructurales, muchas personas colaboran, incluso sin las condiciones ideales, y nuestro objetivo es que los internos puedan ocupar su tiempo de manera productiva y adquirir herramientas para defenderse socialmente una vez que cumplan su condena”, concluyó.

   

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