EL CONSUMO DE CARNE EN SU RECORD NEGATIVO HISTÓRICO

El consumo por habitante bajó a 47,8 kilos en agosto. La recesión económica y el aumento de precios afectan el mercado interno y disminuyen el consumo.

ActualidadAyerSergio BustosSergio Bustos
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Baja el consumo de carne.

El consumo de carne vacuna en Argentina continúa en caída. En agosto, el promedio por habitante fue de 47,8 kilos, marcando un descenso del 4% en comparación con el mismo mes del año pasado.

Este es el nivel más bajo registrado para el octavo mes del año. El Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social Pablo Barousse (GERES) reveló esta cifra en su último informe.

La baja en el consumo no es un hecho aislado. Entre enero y agosto de este año, el promedio de consumo per cápita cayó en 6,5 kilos, lo que representa una disminución del 12,1% en relación al mismo período del año pasado.

La Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (CICCRA) también confirmó la tendencia a la baja en su reciente informe. Según la entidad, la recesión económica y la pérdida del poder adquisitivo son los principales factores.

La producción de carne vacuna también mostró una caída. En agosto, la producción disminuyó un 7,8% interanual, reflejando el impacto de la recesión y la baja en el consumo de la canasta básica.

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A pesar de la crisis en el mercado interno, el sector logró compensar en parte con un aumento de las exportaciones. Las ventas al exterior crecieron un 5,6%, favorecidas por la desregulación del comercio exterior.

El informe del GERES destacó que el precio del kilo de asado subió un 188,2% interanual en agosto. Sin embargo, este incremento fue menor al promedio de la inflación, que alcanzó el 236,7% en el mismo período.

La crisis en el mercado interno obliga al sector ganadero a buscar alternativas. El aumento de las exportaciones ha sido una estrategia clave, aunque no logra compensar totalmente la baja en el consumo local.

El consumo de carne vacuna en Argentina ha sido históricamente uno de los más altos del mundo. Sin embargo, la crisis económica ha llevado a una disminución constante en los últimos años.

La inflación y la pérdida de poder adquisitivo continúan afectando el acceso a productos básicos. El encarecimiento de la carne vacuna ha provocado que muchos argentinos busquen alternativas más accesibles en su dieta diaria.

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Las exportaciones han permitido al sector ganadero sostenerse en este contexto. China se mantiene como el principal destino de las exportaciones argentinas, seguido por otros mercados asiáticos y europeos.

El informe también resalta que la caída del consumo se enmarca en una tendencia más amplia de descenso en el consumo de bienes de la canasta básica. Esto incluye no solo carne, sino también otros productos esenciales.

El precio de la carne sigue aumentando, aunque por debajo de la inflación general. Esto refleja el intento de los productores por mantener la competitividad, tanto en el mercado interno como en el externo.

Las perspectivas a futuro no son optimistas. Se espera que el consumo de carne continúe en descenso en los próximos meses, si las condiciones económicas no mejoran.

El sector ganadero sigue enfrentando retos significativos. La producción enfrenta dificultades debido a los costos crecientes y la baja demanda en el mercado local.

Los productores siguen apostando al mercado externo para mitigar la crisis interna. El desafío radica en mantener la competitividad, mientras la inflación sigue afectando los costos de producción.

Argentina, un país tradicionalmente carnívoro, enfrenta un cambio profundo en sus hábitos de consumo. La carne vacuna ya no ocupa el lugar central en la mesa de los argentinos, lo que marca un hito en la historia alimentaria del país.

   

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