


Marisa Bauer, vecina de Puerto Madryn, expone en el aire de #LA17 su experiencia con Movistar tras meses de reclamos sin solución. Desde mediados de septiembre enfrenta fallas en su línea fija e internet, afectando su vida cotidiana y su comunicación.
Todo comenzó cuando el número de emergencia del hospital local se enlazó con su línea fija. Durante 15 días, recibió llamadas de emergencia destinadas al hospital, causando confusión y preocupación en su hogar. A pesar de su situación, Movistar solo respondía con demoras y escasas explicaciones.
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Bauer intentó resolver el problema mediante el servicio al cliente, pero los tiempos de espera y las opciones automatizadas frustraron su búsqueda de soluciones. En reiteradas ocasiones, Movistar le prometió resolver la situación en 72 horas, pero la falla continuó sin cambios.
En busca de respuestas, la vecina recurrió a redes sociales y a medios locales, donde expuso la falta de respuesta de la empresa. Aunque un representante la contactó, no le brindaron una solución permanente. Solo le ofrecieron un aparato telefónico de "última generación" sin conexión a internet.
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Los problemas técnicos de Movistar no se limitan a su línea, ya que otros usuarios del barrio enfrentan aumentos de tarifas y cortes en el servicio. Las dificultades de Bauer con la empresa no terminan en los servicios deficientes, sino que también incluyen falta de apoyo en oficinas locales y un sistema de atención tercerizado.
La usuaria intentó realizar una denuncia en Defensa del Consumidor, pero abandonó la gestión debido a la burocracia del sistema. Movistar, lejos de responder con soluciones, envió un escueto mail explicando que el problema se debe a robos de cables de cobre en la zona.
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Bauer relata que no solo perdió la confianza en Movistar, sino que también lamenta la falta de alternativas de calidad en la región. Optó por otro proveedor, con la esperanza de recibir un servicio más estable y confiable.
Su caso pone en evidencia la desconexión entre las grandes empresas de telecomunicaciones y sus clientes, especialmente en ciudades fuera de Buenos Aires. La queja de Bauer resalta la necesidad de mejoras en la atención al cliente y en la calidad del servicio.



