



Los Bomberos Voluntarios de Puerto Madryn cumplieron 63 años de servicio. Aunque el acto formal será el sábado, este lunes fue un día especial para recordar su labor.
Beto Alecio, presidente de la institución, asegura que “nadie deja de ser bombero”. Su vocación comenzó hace 50 años, al pasar frente a un cuartel.
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“La sirena y el uniforme aún me emocionan”, confiesa Alecio, quien aún recuerda su entusiasmo al escuchar la sirena en sus primeros días.
Para él, ser bombero siempre fue más que usar un uniforme. Es un compromiso de ayuda y solidaridad, una vocación que nunca se abandona.
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En Puerto Madryn, el monumento a los bomberos es un símbolo de respeto y memoria. Alecio recuerda la tragedia del 21 de enero de 1994, que marcó profundamente a la comunidad.
Las visitas escolares al cuartel son una tradición. Los más chicos ven a los bomberos como héroes, admirando su dedicación y valentía.
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Actualmente, el cuartel cuenta con 50 bomberos activos y personal de apoyo, quienes trabajan incansablemente para proteger a la comunidad.
Alecio destaca la importancia de educar sobre la prevención. “La educación es esencial para evitar tragedias”, afirma, haciendo un llamado a la responsabilidad social.
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Por su parte, "las personas pasan, la institución queda", destaca Ricardo Saavedra, bombero de larga trayectoria. Cada bombero ha dejado una marca en la sociedad, brindando un servicio voluntario invaluable.
Los bomberos entregan su tiempo y energía, muchas veces sacrificando tiempo con sus familias. La capacitación es constante; los bomberos nunca dejan de instruirse. Los recuerdos de compañeros y amigos que fallecieron permanecen.
"Mi primer jefe fue don Pedro Martín Capichi", rememora Saavedra. Capichi, hombre recto y disciplinado, dejó un legado que marcó a varias generaciones. La tragedia también los golpeó en 1994, cuando perdieron compañeros en servicio..
Este sábado, Puerto Madryn rendirá homenaje a sus bomberos, honrando su dedicación y compromiso inquebrantable con la comunidad.