



Las Abuelas Lee Cuentos fueron reconocidas por su trabajo voluntario en literatura infantil y juvenil. El premio Hormiguita Viajera las posiciona como referentes culturales. El evento se realizó en el auditorio Leonardo Favio de la Biblioteca del Congreso.
El grupo compartió la terna con narradoras de Comodoro Rivadavia y otros proyectos culturales. “Fue una experiencia increíble,” dijeron emocionadas. La premiación resaltó iniciativas que fomentan la lectura en todo el país.
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Actualmente, las Abuelas Lee Cuentos están integradas por 15 voluntarias. Visitan escuelas e instituciones públicas y privadas semanalmente. Cada jueves seleccionan textos en la Biblioteca Pedagógica.
“Nuestra labor no sería posible sin el apoyo de las escuelas,” destacaron. El material provisto por la biblioteca es fundamental para su tarea. También reciben asesoramiento continuo para mejorar su trabajo.
No todas las integrantes tienen formación en educación. “Nos une el amor por la lectura,” explicaron con orgullo. La diversidad en el grupo enriquece su actividad.
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Cinco representantes del grupo viajaron a Buenos Aires para recibir el premio. El resto continuó con las actividades en Puerto Madryn. La entrega fue un momento de gran emoción para todas.
Las abuelas están cerrando sus actividades anuales en jardines y escuelas locales. “En verano seguimos con las colonias municipales,” afirmaron. Estas acciones permiten mantener contacto con los niños durante las vacaciones.
El próximo año planean expandir sus propuestas con lecturas al aire libre en la playa. “Queremos que la lectura sea parte de la vida cotidiana,” dijeron. La idea busca integrar más espacios de recreación y aprendizaje.
El grupo cerró la entrevista recomendando libros y compartiendo lecturas personales. “Leemos de todo para elegir lo mejor,” comentaron. Este proceso asegura la calidad del material que comparten.
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“Ninguna necesita una nieta para Navidad,” bromearon entre risas. El humor y la calidez son parte de su esencia. Estas características las destacan como narradoras excepcionales.
Durante la ceremonia, leyeron un cuento del autor local Fernando Rito. La historia generó risas y reflexiones entre los presentes. Este gesto fue un agradecimiento simbólico a su comunidad.
“El premio es un mimo y un reconocimiento al valor de la literatura,” concluyeron. La promoción de la lectura sigue siendo su gran pasión. Las Abuelas Lee Cuentos ya piensan en sus proyectos futuros.



