



Kevin Benavides, doble ganador del Rally Dakar, regresa a la competencia tras una caída que lo dejó en coma durante diez días. El salteño, que se une a su hermano Luciano en el equipo KTM, afirma que llegar a la línea de salida ya es una victoria personal.
“No estoy al 100%, pero ya estar aquí es un logro, un 70% de recuperación es suficiente para intentarlo”, afirmó Benavides. Durante una entrevista con medios especializados, el piloto resaltó la diferencia entre esta recuperación y lesiones previas, como fracturas óseas, al enfrentarse a tiempos impredecibles en la recuperación nerviosa.
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Benavides es conocido por su estilo competitivo, pero para esta edición su enfoque será diferente. “Voy a mantener un ritmo constante y usar mi experiencia. No es el momento de correr riesgos innecesarios”, aseguró.
El Dakar 2025 será una prueba tanto física como emocional para el piloto argentino. A pesar de las dificultades, mantiene una mentalidad positiva y confía en su habilidad para adaptarse a las circunstancias. Según él, su secreto siempre ha sido no considerar nada como imposible.
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“Nunca pensé que no iba a llegar. Siempre tuve claro que estaría en la largada”, dijo. Su objetivo no es necesariamente ganar, sino competir de manera inteligente y aprovechar su vasta experiencia en el rally.
El equipo KTM también hace frente a problemas financieros, pero esto no afectará el programa deportivo. Benavides destacó que la determinación de la marca austríaca refleja su propia actitud hacia la carrera: no rendirse nunca.
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El salteño está listo para encarar una de las competencias más exigentes del mundo. Con dos trofeos Touareg en su haber, buscará escribir un nuevo capítulo en su historia deportiva, aun con limitaciones físicas.
“Voy día a día, aplicando todo lo aprendido. Donde tenga que quedar, quedaré”, concluyó.




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