


El turismo argentino atraviesa un desequilibrio preocupante. Según el Indec, en diciembre 2024, el país registró menos turistas internacionales. La caída fue del 9,6 %, con solo 581.600 visitantes extranjeros.


Por otro lado, el turismo emisivo mostró un alza del 50,6 %. En total, 693.600 argentinos viajaron al exterior ese mismo mes. Los destinos favoritos fueron Brasil, Chile y Uruguay.
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El saldo negativo entre ingresos y egresos es alarmante. En diciembre, 390.300 personas más salieron del país que las que ingresaron. Esto refleja una fuerte preferencia por el turismo internacional.
El transporte terrestre sigue dominando las elecciones de los viajeros. Más del 52 % de los desplazamientos de turistas argentinos fueron por tierra. También crecieron los viajes por vías fluviales y marítimas.
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Ezeiza y Aeroparque enfrentan caídas en llegadas de extranjeros. Ambos aeropuertos mostraron un descenso del 0,1 % en turistas receptivos. Sin embargo, las salidas de argentinos por estas terminales crecieron un 32,7 %.
Durante el cuarto trimestre de 2024, el gasto de turistas internacionales en Argentina cayó un 10,5 %. En contraste, el gasto de argentinos en el exterior aumentó un 30,1 %. Esto evidencia el impacto económico de la balanza negativa.
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En todo 2024, 13,6 millones de argentinos viajaron al exterior, superando a los 10,9 millones de turistas extranjeros que ingresaron. El déficit anual fue de 2,66 millones de visitantes.
El gasto de extranjeros en el país fue de 3.020 millones de dólares. Gastronomía y alojamiento lideraron como sectores receptores de divisas. Mientras tanto, los argentinos gastaron 5.146 millones fuera del país.
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Ciudades como Mendoza se destacaron por un turismo interno robusto. El enoturismo y las compras impulsaron llegadas récord en el Paso Cristo Redentor. Estas actividades se consolidaron como ejes clave para el sector local.
El turismo receptivo necesita estrategias urgentes. Promociones específicas en mercados como Europa, Brasil y Estados Unidos pueden marcar la diferencia. El objetivo es revertir la caída en visitantes internacionales.
La calidad del servicio turístico argentino sigue siendo alta. Los visitantes internacionales calificaron su experiencia con un 4,7 sobre 5 puntos. Este dato es clave para posicionar al país como un destino competitivo.
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El tipo de cambio ya no es suficiente para atraer turismo extranjero. La conectividad y la experiencia del visitante deben ser el foco. Mejorar infraestructura y promoción serán esenciales en 2025.
El panorama muestra un fuerte contraste. Mientras los argentinos viajan más al exterior, el país pierde atractivo internacional. Revertir esta tendencia será un desafío clave para el próximo año.
El turismo interno puede ser la solución. Con mayor inversión y promoción, destinos locales pueden captar parte del gasto que actualmente se fuga al exterior.




Puerto Madryn apostó a una agenda internacional para captar turistas de Latinoamérica











