


El partido, que prometía ser una fiesta del fútbol del ascenso, se vio empañado por controversias y una expulsión masiva. El árbitro Marcos Santos fue el principal señalado, acusaciones de parcialidad terminaron por marcar el rumbo del encuentro.
Ricardo Caruso Lombardi, exentrenador y panelista, había anticipado la polémica. En declaraciones previas, había expresado que “si soy de la CAI, ni viajo”. Según él, el arbitraje estaba sesgado a favor de Costa Brava, generando sospechas antes del inicio. El clima enrarecido no tardó en confirmarse cuando las decisiones arbitrales comenzaron a tomar protagonismo.
OTRAS NOTICIAS:
Caruso había criticado duramente la elección de Santos como árbitro. Señaló que el director de la terna había dirigido previamente encuentros de Costa Brava, lo que desataba dudas sobre su imparcialidad. El exentrenador no dudó en asegurar que la CAI no tendría chance de ascender por la presunta parcialidad del árbitro. La final comenzó con el partido prácticamente definido para el conjunto pampeano.
A lo largo del primer tiempo, las decisiones arbitrales no hicieron más que aumentar la tensión. Un penal discutido fue el primer hecho que desató el escándalo. Las sospechas de los jugadores de la CAI se materializaron con el cobro de una sanción polémica que perjudicó aún más la situación. A partir de ahí, el juego se desbordó y las expulsiones comenzaron a suceder.
OTRAS NOTICIAS:
Con seis jugadores de la CAI fuera del campo, la situación se tornó aún más caótica. La expulsión masiva fue una señal clara de que el encuentro ya no podía continuar de manera normal. El árbitro Santos fue criticado por su accionar, especialmente por quienes consideraron que su gestión del partido no era justa. En medio de este clima, la final fue suspendida, dejando incertidumbre sobre su resolución.
La suspensión no solo dejó sin definición el ascenso al Torneo Federal A, sino que también avivó las dudas sobre la integridad del fútbol del ascenso. El futuro de la competencia parece estar marcado por la desconfianza hacia las decisiones arbitrales. La figura de Caruso Lombardi, que había anticipado este desenlace, ahora parece haber dado en el clavo con sus predicciones.
OTRAS NOTICIAS:
Este episodio refleja un problema más profundo en el fútbol argentino, relacionado con los manejos arbitrales. El escándalo pone en evidencia una vez más las acusaciones de favoritismos y arreglos en el ascenso. En este contexto, el fútbol parece ser más un juego de intereses que un deporte en su forma más pura.
La reflexión que deja este incidente va más allá del resultado de la final. Las sospechas sobre el arbitraje en el fútbol argentino siguen presentes y no hacen más que deteriorar la confianza del público en el sistema. Mientras las autoridades resuelven la situación, el debate sobre la imparcialidad sigue abierto.
OTRAS NOTICIAS:
En definitiva, el futuro del ascenso está marcado por la incertidumbre y la desconfianza. La final suspendida entre la CAI y Costa Brava será recordada no solo por su polémico desenlace, sino por la polémica que volvió a poner en duda la transparencia del fútbol argentino. Las autoridades deberán intervenir para aclarar lo sucedido, pero la herida ya está abierta.
Por: Cristian Roldán







