


El árbitro Szymon Marciniak rompió el silencio y admitió que alertó al VAR sobre la posibilidad de un doble toque en el penal de Julián Álvarez. En los octavos de final de la UEFA Champions League, el delantero argentino había convertido su remate, pero la decisión arbitral terminó anulando su gol. El fallo generó un debate inmediato y favoreció al Real Madrid, que terminó avanzando a la siguiente fase.
El partido entre Atlético de Madrid y Real Madrid se definió desde los doce pasos tras un 2-2 en el global, en un duelo vibrante que mantuvo en vilo a los hinchas. Cuando llegó el turno de Álvarez, el argentino ejecutó su penal, pero un leve trastabilleo despertó las protestas del equipo merengue. Los jugadores exigieron la revisión y Marciniak cedió ante los reclamos y anuló el tanto del campeón del mundo.
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El árbitro polaco explicó que tomó la iniciativa y avisó al VAR sobre la jugada. "Yo fui quien informó a los árbitros del VAR de que había un 99% de posibilidad de un doble toque", afirmó en declaraciones posteriores al partido. El juez aclaró que nunca había vivido una situación similar y que la decisión se tomó siguiendo el reglamento.
Marciniak, quien también dirigió la final del Mundial de Qatar 2022, reafirmó que su actuación fue correcta y que no dudó en aplicar el reglamento. "Los jugadores conocen las reglas", sentenció, dejando en claro que su decisión fue respaldada por la tecnología. Sin embargo, la polémica sigue creciendo en redes sociales y en el entorno del fútbol europeo.
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