ASESINATO EN RICARDO ROJAS: DESCARTAN QUE EL DISPARO FUERA ACCIDENTAL

La fiscal Andrea Vázquez, a cargo de la investigación, confirmó que Pedro Segundo Quilodrán fue asesinado de un disparo en el pecho y que su agresor actuó con total intención de matarlo. La justicia solicitará la prisión preventiva del acusado, quien en un primer momento aseguró que se trató de un disparo accidental.

El crimen ocurrió el domingo 16 de marzo, mientras Quilodrán y otros trabajadores arreadaban caballos salvajes en la estancia La Serrana, ubicada en una zona remota de la localidad de Ricardo Rojas. El hombre se desplazaba en motocicleta cuando fue alcanzado por un disparo en el costado derecho del pecho. En un primer momento, el único sospechoso del caso se presentó ante la policía y aseguró que el disparo se había producido de manera accidental con su carabina calibre 22 con mira telescópica.

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Sin embargo, la fiscal Vázquez desmintió esa versión al señalar que el arma tenía otro proyectil en la recámara, lo que demuestra que estaba lista para ser disparada nuevamente. Además, remarcó que la víctima se encontraba en total estado de indefensión al momento del ataque.

"No se trató de un accidente ni de un disparo que se le escapó. Hubo una clara intención de matar, ya que el crimen ocurrió en medio de la nada y sin posibilidad de que la víctima pudiera defenderse", afirmó la fiscal.

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El homicidio quedó al descubierto el lunes 17, cuando los compañeros de Quilodrán notaron su ausencia. Tras una intensa búsqueda en el campo, encontraron su motocicleta tirada en el suelo y, a su lado, el cuerpo sin vida del peón rural. Inmediatamente alertaron a las autoridades y se dio inicio a las pericias en la escena del crimen.

Mientras la policía preservaba el área, un hombre de 66 años se presentó ante los efectivos y confesó haber matado a Quilodrán. No obstante, en su versión inicial, sostuvo que se trató de un disparo accidental, algo que fue descartado por la investigación.

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El acusado fue trasladado a la dependencia policial de Ricardo Rojas y luego derivado a Sarmiento, donde enfrentará la audiencia de control de detención. La fiscalía solicitó el secuestro del arma utilizada, municiones, teléfonos celulares y otros elementos clave para la causa.

Según las primeras reconstrucciones del hecho, Quilodrán no era un trabajador habitual de la estancia, sino que había sido contratado recientemente para el arreo de caballos. La última vez que fue visto con vida fue el domingo a las 18:30, cuando se encontraba junto a otros dos peones en el campo.

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Sus compañeros regresaron a la estancia sin él, creyendo que había optado por descansar en algún puesto cercano. Sin embargo, al notar su ausencia al día siguiente, salieron nuevamente a buscarlo y descubrieron la trágica escena.

La fiscalía trabaja en establecer el motivo del asesinato y la relación entre la víctima y el agresor, quien hasta el momento no ha brindado detalles sobre la causa del disparo.