


Ni el ranking, ni la lluvia, ni las nubes de Miami pudieron frenar a Francisco Cerúndolo, que avanzó con paso firme a los cuartos de final del Masters 1000.
El argentino venció con contundencia al noruego Casper Ruud, número 6 del mundo, por 6-4 y 6-2. Fue su 14ª victoria ante un top 10 y una muestra clara de su madurez competitiva.
El partido arrancó parejo, con ambos manteniendo el servicio y midiéndose con intensidad desde el fondo de la cancha. Cerúndolo rompió la paridad con un quiebre preciso y logró cerrar el primer set 6-4.
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En esa primera manga se notó la concentración y la agresividad del argentino, que no dejó que el peso del rival lo condicionara.
En el segundo set, Fran fue una tromba. Se adelantó 5-1 y parecía tener todo listo para cerrar el encuentro rápidamente. Sin embargo, la lluvia interrumpió el partido justo cuando servía para ganar, y lo obligó a esperar varias horas para volver a salir a la cancha.
A pesar del parate, Cerúndolo no perdió el foco. Ruud volvió con un game ganado al servicio, pero el argentino respondió con autoridad y cerró el partido con un 6-2 demoledor. Lo festejó como se festejan los triunfos importantes: con serenidad y convicción.
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Después del encuentro, Cerúndolo habló de su presente. “Dos cuartos de final seguidos en Masters 1000 es muy importante. Me siento equilibrado y estoy leyendo bien el juego”, dijo.
También recordó su afinidad con el torneo: “Desde que vine por primera vez a Miami, me sentí muy cómodo”.
Con este triunfo, Cerúndolo estiró su ventaja en el historial ante Ruud: cinco victorias y tres derrotas.
El noruego es, de hecho, el jugador del top 10 que más veces cayó ante él. Una muestra de que el argentino se siente cómodo enfrentándolo y sabe cómo lastimarlo.
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Ahora lo espera un nuevo reto: Grigor Dimitrov, actual 15° del mundo. El búlgaro viene de eliminar al local Brandon Nakashima por 6-4 y 7-5. Será un cruce exigente: en el único antecedente entre ambos, Dimitrov ganó en Queen’s Club en 2023.
Cerúndolo buscará revancha en superficie dura y con su confianza en alza. Su tenis agresivo, su capacidad de adaptación y su estado físico lo posicionan como un rival peligroso para cualquiera. Miami parece ser, una vez más, tierra fértil para su mejor versión.







