


Ricardo Gareca rompió el silencio luego de una noche tensa en Santiago, donde el empate sin goles ante Ecuador prácticamente dejó a Chile sin chances de clasificar al Mundial 2026. Frente a la reprobación del público local, que lo despidió con cánticos en su contra, el técnico argentino fue categórico en conferencia de prensa: "Si yo fuera el problema, Chile habría clasificado a los otros mundiales."
La declaración del “Tigre” no pasó desapercibida. Con apenas 10 puntos en la tabla y dos partidos restantes, la selección chilena quedó muy lejos incluso del puesto de repechaje, actualmente en manos de Venezuela. En ese contexto, los hinchas apuntaron directamente contra el entrenador, quien lleva solo unos meses en el cargo.
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Gareca, sin embargo, se mostró firme: “Me gustaría seguir si tengo la posibilidad”, dijo, dejando abierta la puerta a una continuidad. No obstante, reconoció que la decisión está ahora en manos de los dirigentes, quienes deberán evaluar si finalizan las Eliminatorias con él o buscan un recambio urgente.
El ex seleccionador de Perú, quien logró llevar a ese país al Mundial de Rusia 2018 tras 36 años de ausencia, recordó que Chile no participó ni en Rusia 2018 ni en Qatar 2022. “No soy el responsable de que esta selección lleve dos procesos sin clasificar”, remarcó, en una clara defensa ante el malestar de la hinchada.
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La tensión en el ambiente se palpó desde el pitazo final. Los abucheos y el grito “Gareca ya se va” se hicieron oír en el estadio, en medio de un partido chato, sin emociones, que reflejó el pobre presente futbolístico de la Roja. La imagen de un equipo sin ideas ni contundencia ofensiva preocupa a los hinchas y genera interrogantes sobre el futuro inmediato.



