


El intendente Gerardo Merino supervisó la puesta en funcionamiento del sistema de bombeo y drenaje. Lo hizo junto al equipo técnico de la Secretaría de Servicios Públicos y Ambiente en la plaza Seca, una zona estratégica para el escurrimiento del agua. Las obras apuntan a evitar anegamientos ante lluvias intensas y cortes de energía.
Con una inversión de un millón y medio de pesos, se renovaron componentes eléctricos y se incorporó un generador automático. Tres interruptores esenciales fueron reemplazados, se actualizaron tableros de control y se verificó la respuesta del sistema ante emergencias. El generador garantiza el funcionamiento continuo incluso ante apagones.
Merino explicó que al iniciar su gestión el sistema funcionaba solo al 20% de su capacidad. “Las bombas estaban sin servicio y los generadores sin mantenimiento”, afirmó el intendente. Hoy todas las unidades operan correctamente y cuentan con respaldo eléctrico reacondicionado.
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La instalación de un grupo electrógeno en la zona del drenaje Hendre completa una mejora esperada por los vecinos. Esa área carecía de respaldo y ahora podrá mantener el escurrimiento en caso de tormentas y cortes de luz. También se inspeccionaron mejoras en el sistema del barrio Malvinas, acompañado por la vecinalista Claudia Cañumil.
La estructura metálica instalada en Malvinas evitará nuevas inundaciones en una de las zonas más vulnerables. Las tareas incluyen limpieza de canales, reparación de motores y supervisión constante. El objetivo es asegurar que el agua no quede acumulada y cause problemas sanitarios o estructurales.
Se está realizando un relevamiento integral de los pluviales con tareas preventivas y de mantenimiento. Se trabaja sobre los puntos críticos para evitar complicaciones durante las próximas lluvias fuertes. “Queremos que el sistema esté limpio, ordenado y operativo cuando se lo necesite”, subrayó Merino.
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Las experiencias recientes en Bahía Blanca, Las Grutas y Comodoro Rivadavia impulsaron una planificación más rigurosa. Los eventos extremos dejaron enseñanzas sobre la necesidad de anticiparse y actuar antes de que ocurra el daño. Trelew busca evitar que la emergencia climática lo tome por sorpresa.
El sistema está diseñado para drenar hasta 50 milímetros de agua sin sobresaltos. En caso de que las lluvias superen esa cifra, se activará un protocolo especial de respuesta inmediata. La Municipalidad ya conformó una mesa de trabajo con diferentes áreas para coordinar recursos y acciones.
Ese protocolo contempla disponibilidad de maquinaria, operativos de asistencia y contención social. También se prevén evaluaciones en tiempo real para ajustar obras públicas temporales o definitivas. “No podemos detener la lluvia, pero sí estar preparados para mitigar sus efectos”, remarcó el intendente.
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El funcionamiento adecuado del sistema depende de su mantenimiento periódico y de la responsabilidad ciudadana. Arrojar basura en los canales o tapar bocas de tormenta puede arruinar cualquier inversión municipal. Las autoridades insisten en que la colaboración vecinal es parte fundamental de la solución.
Merino agradeció al personal de Servicios Públicos y pidió reforzar la vigilancia en puntos sensibles. El control técnico se complementa con recorridas constantes, reportes vecinales y seguimiento digital.







