



Gabriela Cerruti anunció su retiro definitivo de la política y lo hizo lejos de los micrófonos oficiales. Tras haber sido vocera presidencial de Alberto Fernández, eligió la literatura para cerrar su ciclo público. “Mi ciclo en la política está terminado”, afirmó en una entrevista.
Su nuevo proyecto se titula El veneno del poder y mezcla ficción con escenas reconocibles del escenario nacional. La novela será presentada el 1° de mayo en la Feria del Libro y ya se encuentra disponible en librerías. La historia transcurre entre la Casa Rosada y la residencia de Olivos, con personajes atravesados por el poder y la soledad.
El protagonista es Salvador Gómez, un presidente abandonado por su partido que transita el poder con una compañía singular. Lo rodean su hermana, cuatro perros con nombres de los Beatles y una pareja con pasado en varios gobiernos. La trama explora el deseo de afecto, la vulnerabilidad y las intrigas palaciegas.
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Cerruti descarta que el personaje esté inspirado directamente en Alberto Fernández, aunque reconoce algunas similitudes. “No sé más de él que de otros presidentes; sé mucho más de Menem”, declaró en un reportaje televisivo. La autora afirma que utilizó escenas reales como inspiración, pero construyó una ficción sin anclajes personales.
El libro no es una crónica de su paso por la vocería presidencial, sino una apuesta por el thriller político nacional. “Acá todavía no hay un género que cuente lo que pasa en Olivos o Tribunales como sí existe en Estados Unidos”, explicó. Cerruti busca abrir ese espacio con un tono irónico, absurdo y crítico.
La novela presenta escenas extravagantes que, según su autora, podrían haber ocurrido en la realidad. En una de ellas, una mujer llega en el baúl de un auto a Olivos y termina como primera dama en el Teatro Colón. La línea entre lo verosímil y lo disparatado se difumina con habilidad narrativa.
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Cerruti ya había publicado libros sobre figuras políticas como Menem y Macri, pero este es su debut en la ficción. Asegura que sus años en la Legislatura, el Congreso y el Ejecutivo le dieron material de sobra para escribir. La experiencia acumulada aparece transformada en escenas que interpelan al lector desde un lugar incómodo.
El título resume su visión: el poder como un veneno que contamina a todos los que lo rodean. No se salva nadie en su mirada: ni periodistas, ni jueces, ni empresarios. La novela expone esa maquinaria que —según Cerruti— actúa como un ecosistema envejecido y hostil.
A pesar de las posibles polémicas, Cerruti evita confrontar en el terreno público como en sus años de vocera. “Ya no es más mi trabajo hablar, que hablen los personajes”, dijo sobre su nueva etapa. Con esa frase, marcó el paso definitivo hacia su vida literaria.
Fuente: NA.



