



En la previa de una nueva edición de la Feria de Pescadores en Puerto Madryn, Emanuel Delgado, referente local del sector artesanal, dialogó con #MODO17 por #LA17 y remarcó que este encuentro anual no es solo un evento gastronómico, sino una forma de visibilizar un trabajo sostenido, identitario y muchas veces invisibilizado.
“El pescador artesanal es parte de nuestro ADN y del mundo nos reconocen por eso”, aseguró Delgado, convencido de que esta labor tiene tanto peso cultural como económico. Contó que el oficio no se improvisa: “Es como ser soldador o albañil. Se aprende y se transmite con orgullo”.
OTRAS NOTICIAS:
Durante el año, la pesca artesanal se divide en tres sectores: rederos de costa, marisqueros por buceo y extracción de costa, cada uno con su temporada específica. El cornalito y el pejerrey aparecen en verano, mientras que los mariscos se extraen en invierno. Según Delgado, la pausa en la zafra de langostino abrió una oportunidad para vender producto local fresco, sin competencia desleal por parte de las grandes plantas pesqueras.
El referente describió con entusiasmo el armado de la feria: “Venimos preparados hasta los dientes”, dijo. Las carpas, los mostradores y la cadena de frío están listos para recibir al público, siempre atentos al clima. Pero más allá de lo logístico, la feria cumple un rol esencial: acercar el mar a la mesa de los vecinos.
“Queremos que la gente pruebe lo que no encuentra en un supermercado. Pescado fresco, artesanal, sabroso”, expresó. También recomendó productos infaltables: cornalito, pejerrey, pulpito, cholga y mejillón. Con $30.000, estimó, una familia puede armar una buena bolsa con opciones saludables y nutritivas.
OTRAS NOTICIAS:
En tiempos de inflación, ponerle precio a lo artesanal es un desafío. “El año pasado vendíamos a $3.000, hoy vale $8.000. No es ambición, son los costos”, lamentó. Sin embargo, insistió en que la feria también es una instancia para crear vínculos duraderos con quienes producen durante todo el año.
“Llevate el contacto del pescador. No solo para Semana Santa. Que se genere confianza”, propuso. Según explicó, muchos pescadores trabajan una o dos veces por semana, limpian lo obtenido, lo congelan en condiciones óptimas y ofrecen calidad constante, más allá de la feria.
OTRAS NOTICIAS:
Además de ser un punto de venta, cada mostrador en la feria es una oportunidad de diálogo: “Que la gente pregunte cómo se pesca, si hay marea roja o no. Que conozcan el trabajo”, instó Delgado. Valoró que antes de que la Península Valdés fuera declarada patrimonio de la humanidad, ya existía el pescador artesanal. Por eso, insistió en defender y difundir esta tradición.
Los costos crecientes, especialmente en combustible, impiden pensar en expandirse, pero no en sostenerse: “Es un año para aguantar. No da para crecer”, admitió. Aun así, no baja los brazos: “El pescador lo último que pierde es la esperanza”.
OTRAS NOTICIAS:
La paella gigante, a cargo de Luis, será uno de los puntos altos del miércoles, servida a partir de las 12:30. Desde temprano, la feria ofrecerá escabeches, empanadas, mariscos vivos y platos listos para consumir.
“La pesca artesanal es un oficio, no un negocio de paso. Está abierto a quien quiera aprenderlo y la asociación representa a esa actividad, no a personas individuales”, concluyó Delgado, reafirmando su compromiso con un oficio que defiende la cultura del mar y se proyecta con orgullo desde Chubut al mundo.



