Guillermo Francos
El jefe de gabinete, Guillermo Francos aseguró que irá "en representación de todo el Poder Ejecutivo" para enfrentar las preguntas de los legisladores, aunque aclaró que los otros funcionarios involucrados no se harán presentes. “Los ministros de Economía y Justicia se ponen a disposición para responder por escrito, advirtiendo que no tienen ninguna vinculación con el tema en particular”, señaló, en un intento de despegar al Gobierno de la polémica.
La Cámara de Diputados había aprobado el pasado 8 de abril la citación a Francos, Caputo, Cúneo Libarona y Roberto Silva, presidente de la Comisión Nacional de Valores, aunque sobre este último existían dudas respecto a su obligación formal de asistir.
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Hasta anoche, se daba por confirmada la participación de Cúneo Libarona, pero Francos despejó la expectativa asegurando que ni él ni Caputo estarán en el recinto. Vale recordar que Caputo tampoco asistió al Congreso para presentar el Presupuesto 2025, lo que alimentó las críticas opositoras sobre su escasa presencia parlamentaria.
Respecto de su exposición, Francos adelantó que dará "todas las explicaciones que ya el presidente dio" sobre el caso Libra. A su entender, "no hay mucho nuevo para aportar" y minimizó la relevancia institucional de la citación. Remarcó que "hay que remontarse al año 1996 para encontrar una interpelación a un ministro" y sostuvo que resulta "llamativo que en 30 años no se haya interpelado a ningún ministro, y ahora se pretenda hacerlo por un hecho sin intervención del Poder Ejecutivo".
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En una interpretación política del contexto, el jefe de Gabinete acusó a la oposición de montar un "show político" y de utilizar el episodio en el marco de la campaña electoral. “Conozco este tema desde hace mucho tiempo y sé cómo se utilizan estos episodios para sacar rédito político”, afirmó, relativizando la gravedad de las denuncias que rodean al caso Libra.
La sesión promete ser uno de los momentos más tensos del actual escenario legislativo, con Francos como único representante presencial del Gobierno frente a un Congreso que exige respuestas concretas. El tratamiento del caso Libra, que vincula a la figura presidencial con una presunta estafa, se convierte así en un nuevo capítulo de la disputa política que atraviesa el proceso electoral.
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