Mina La Coipita.
Una expedición en Salta encontró 84 millones de toneladas de oro. El hallazgo sorprendió a los investigadores, que inicialmente buscaban cobre en la cordillera. El descubrimiento se dio en las minas Cumbre II y Atena I.
El proyecto se ubica a 260 kilómetros de la capital salteña. La zona es conocida por su altura y su riqueza geológica. Allí operó durante décadas la producción de cobre, vital para la transición energética global.
La mina Lindero fue el escenario del hallazgo. La exploración se inició con la intención de profundizar la producción cuprífera. Pero tras varias perforaciones, aparecieron indicios claros de mineralización aurífera.
La compañía Fortuna Silver Mines lidera la operación. Cuenta con infraestructura internacional, tecnología avanzada y experiencia en extracción sostenible. Ya dio inicio a las tareas de producción.
Según estimaciones técnicas, el yacimiento posee 11 millones de onzas de oro. El cálculo surge de un promedio de 0,6 gramos por tonelada. El total se aproxima a los 84 millones de toneladas con contenido mineral.
El oro fue calificado como el nuevo “Dorado argentino”. El nombre hace referencia al mítico tesoro de Sudamérica. El hallazgo abre un nuevo capítulo en la historia minera nacional.
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La búsqueda original apuntaba al cobre. Empresas extranjeras exploraban salares y cordones montañosos. Pero la presencia de oro en profundidad cambió los planes.
Argentina ya contaba con producción cuprífera activa. El caso de Martín Bronce, en Jujuy, lo demuestra. Allí se exportan hasta 5.000 toneladas de cobre por mes, con gestión jujeña y tradición minera.
El nuevo hallazgo combina cobre y oro. Ambos minerales son estratégicos para la industria global. El cobre alimenta redes eléctricas. El oro representa reservas, joyería y tecnología.
La Coipita también reforzó el panorama minero. Este yacimiento, en San Juan, confirmó cobre de alta ley. AbraSilver y Teck Resources encabezan ese proyecto de 70.000 hectáreas.
Los recursos minerales posicionan a la Argentina en el mapa. La cordillera norte se volvió una fuente de interés mundial. Salta, Jujuy y San Juan lideran la nueva etapa extractiva.
La profundidad del hallazgo sorprendió a todos. A 3.500 metros sobre el nivel del mar, los técnicos dieron con uno de los tesoros más codiciados de la Tierra.
La exploración demandó más de una década. Hubo informes, estudios geológicos, perforaciones y análisis de laboratorio. El oro no se mostró fácilmente. Estaba oculto bajo sedimentos antiguos.
La mina Lindero ya había producido cobre. Pero nadie esperaba un volumen tan alto de oro. El hallazgo fue calificado como un redescubrimiento.
El mineral hallado posee alto valor en el mercado global. La onza cotiza a más de 2.000 dólares. El cálculo total ubica al yacimiento en cifras millonarias.
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Argentina planea exportar el oro sin descuidar el ambiente. El proyecto utiliza lixiviación controlada, un método con bajo impacto. El proceso extrae el metal sin dañar la roca ni el suelo.
La sostenibilidad es clave para la minería del futuro. Las empresas deben demostrar respeto ambiental. Las exigencias crecen en cada mercado, sobre todo en Europa y Asia.
El gobierno nacional destacó el potencial del hallazgo. Lo consideró una oportunidad estratégica para las cuentas externas. También lo vio como motor de empleo y desarrollo local.
Las comunidades cercanas siguen el proyecto de cerca. Exigen participación, controles y beneficios concretos. La minería ya no se piensa sin diálogo social.
El hallazgo llega en un momento clave. La Argentina busca divisas, empleo y crecimiento. El oro aparece como una respuesta inesperada.
Fortuna Silver Mines apuesta a largo plazo. La empresa prevé ampliar la exploración en toda la zona. Ya trabaja en nuevas perforaciones.
El mercado internacional reaccionó con entusiasmo. El oro argentino ganó protagonismo en medios económicos. Analistas lo ven como una promesa minera.
El “Dorado” argentino tomó forma real. Lo que parecía leyenda se volvió yacimiento. Lo que era cobre, ahora es también oro.
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Los técnicos hablan de potencial geológico inexplorado. Dicen que hay más oro bajo la tierra del norte argentino. “Solo falta seguir buscando”, afirman.
La infraestructura ya se encuentra operativa. La logística y la energía están aseguradas. También hay rutas, plantas y personal especializado.
Argentina se perfila como potencia minera. Sus recursos naturales cobran relevancia. El oro refuerza esa condición.
La región cordillerana gana centralidad. Salta se suma a Jujuy y San Juan. El triángulo del oro y el cobre ya existe.
El hallazgo fue informado a las autoridades provinciales. La fiscalización ambiental será compartida entre la empresa y el gobierno.
El mundo mira hacia la mina Lindero. Allí se esconde uno de los mayores hallazgos recientes. Argentina ya disfruta del brillo de su nuevo tesoro.
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