Celiaquía, una enfermedad que exige conciencia, respeto y acompañamiento

Laura Krissel explicó en #MODO17 que la enfermedad celíaca no siempre presenta síntomas claros y puede diagnosticarse en cualquier momento de la vida. Como presidenta de la Asociación Celíacos de Chubut, recalcó la importancia de difundir información precisa y garantizar la seguridad alimentaria. “No es histeria: si comemos gluten, nos enfermamos”, dijo.

La enfermedad celíaca es genética, aunque no necesariamente hereditaria, y se manifiesta al consumir gluten. Muchas veces, el diagnóstico llega luego de situaciones de estrés emocional o episodios traumáticos. Los síntomas pueden ir desde molestias digestivas hasta problemas óseos y dentales.

Se estima que el 1% de la población es celíaca, pero la mayoría aún no lo sabe. Muchas personas consultan por otras enfermedades sin saber que el origen es la mala absorción generada por el gluten. “Cuando el intestino no absorbe nutrientes, el cuerpo comienza a deteriorarse”, explicó Krissel.

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El pasado 5 de mayo se conmemoró el Día Mundial de la Enfermedad Celíaca, pero la información debe circular todo el año. Las campañas en medios y escuelas buscan visibilizar la importancia de una dieta estricta y segura. “Seguimos difundiendo en cada espacio que se nos abre”, comentó.

La ley exige que los alimentos libres de gluten lleven el logo correspondiente, y lo mismo ocurre con medicamentos y productos de higiene. Desde pastas dentales hasta cremas deben ser seguros para celíacos, especialmente en niños. “Todo lo que ingresa o atraviesa la piel puede causar reacción”, advirtió.

El único tratamiento para la celiaquía es la dieta libre de gluten, lo que implica un costo adicional importante. Las obras sociales realizan un reintegro mensual, que hoy asciende a 44.108 pesos. Esa cifra apenas alcanza para cubrir harinas especiales y otros productos diferenciados.

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Un kilo de premezcla sin gluten ronda los $7.000 y permite realizar unas pocas preparaciones. En comparación con la harina común, la diferencia económica es notoria. “Tenemos que hacer magia para cocinar con lo que tenemos”, ironizó Krissel.

La contaminación cruzada sigue siendo uno de los mayores riesgos para las personas celíacas. En escuelas y restaurantes, la manipulación descuidada de alimentos puede anular toda prevención. “Desde la cocina hasta el plato, todo debe cuidarse”, señaló con firmeza.

La falta de síntomas no significa ausencia de enfermedad. Algunos celíacos no presentan signos inmediatos, pero el daño interno se produce igual. “Por eso el diagnóstico a veces tarda años en llegar”, remarcó.

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En niños, la celiaquía puede causar retraso de crecimiento, mientras que en mujeres afecta el ciclo menstrual y la fertilidad. También aparecen alteraciones dentales, como manchas blancas o pérdida de esmalte. Estas señales suelen pasarse por alto en las primeras consultas médicas.

Krissel enfatizó que médicos de distintas especialidades pueden detectar indicios de la enfermedad. Odontólogos, pediatras y clínicos deben estar atentos a los síntomas menos comunes. “El dentista puede ser quien descubra la celiaquía”, ejemplificó.

La Asociación Celíacos de Chubut acompaña con información, contención y redes de ayuda entre pacientes. Las mamás de niños celíacos cumplen un rol fundamental en esa tarea comunitaria. “Nos toca devolver el apoyo que alguna vez recibimos”, explicó.

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Quienes sospechan de la enfermedad o fueron diagnosticados recientemente pueden contactar a la asociación. El número habilitado es 280 460 4676, y está disponible para orientación. “Sabemos lo que sienten porque ya estuvimos ahí”, expresó.

Además de alimentos, el cuidado implica cosméticos, medicamentos y prácticas cotidianas libres de gluten. Un enjuague bucal o un shampoo mal rotulado pueden afectar la salud de un celíaco. “Nos enfermamos”, reiteró.

En restaurantes, la presencia de productos aptos no garantiza seguridad si hay contaminación cruzada. La educación del personal gastronómico es fundamental para evitar consecuencias. Krissel advirtió que muchas veces el daño ocurre antes de pagar la cuenta.

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La Asociación seguirá insistiendo en la formación y sensibilización de la comunidad. “No vamos a esperar otro 5 de mayo para hablar de esto”, dijo. La celiaquía es una realidad que requiere empatía, información y respeto.