La consigna “Nadie se salva solo” recorre historia y presente del movimiento obrero.
La CGT enarbola a “El Eternauta” como símbolo del camino colectivo. La central obrera más importante del país toma la obra de Héctor Germán Oesterheld para reafirmar su compromiso con la memoria, la lucha sindical y la resistencia frente al modelo de ajuste.
“Nadie se salva solo” se transforma en consigna, camiseta y declaración política. Desde sus redes sociales, la Confederación General del Trabajo compartió un extenso hilo con referencias a sus casi 95 años de historia, en paralelo con la popularidad de la serie basada en la historieta que conmueve a la audiencia global desde Netflix.
La CGT traza un puente entre la cultura popular, la historia de los trabajadores y los desafíos del presente. En ese recorrido, incluye hitos como la masiva movilización del 17 de octubre de 1945, el primer paro general a la dictadura militar y la actual resistencia al programa económico del presidente Javier Milei.
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“La salida siempre es con otros”, subraya la entidad desde su perfil institucional. El mensaje se entrelaza con las reflexiones del Papa Francisco y con las escenas de la historieta que muestra a un pueblo unido frente a una amenaza colectiva.
“El Eternauta” toma forma nuevamente como relato de esperanza, organización y coraje. Su historia narra la lucha de un grupo de personas que enfrenta una invasión en Buenos Aires. Pero su trasfondo interpela al presente: la idea de comunidad, la necesidad de cuidar al otro y la fuerza del pueblo en la adversidad.
La CGT elige esa épica para hablar del presente, señalar recortes y proyectar un futuro con justicia social. La serie estrenada el 30 de abril escaló rápidamente en el ranking global de Netflix y se ubicó como lo más visto en el rubro de habla no inglesa.
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La memoria de Oesterheld, su familia desaparecida durante la dictadura, y el arte de Francisco Solano López, resuenan con fuerza desde las páginas de la historieta hasta las calles. La central obrera no oculta su intención: visibilizar una narrativa que propone soluciones desde lo colectivo, en un contexto donde crecen la desigualdad y la exclusión.
La consigna “Nadie se salva solo” se expande desde la pantalla hasta las pancartas, como respuesta y propuesta.
Fuente: BAE
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