Se agrava el conflicto pesquero.
El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos declaró un paro total de actividades. La medida afectará a los barcos de la flota congeladora de altura desde este viernes a las 0.
La decisión fue tomada este jueves por la tarde. El gremio reunió a su conducción y comunicó el inicio de la huelga tras rechazar la propuesta patronal.
La medida alcanza a los convenios vigentes con todas las cámaras del sector. Quedan involucrados los acuerdos del SOMU con CAPECA, CAPIP, CEPA y CAPA.
El gremio no aceptó las propuestas de aumento escalonado. Las cámaras ofrecieron un 1% en abril, otro 1% en mayo, otro 1% en junio y 0,9% en julio.
La oferta se limitaba al langostino congelado a bordo. El SOMU consideró insuficientes esos porcentajes y cuestionó la segmentación del acuerdo.
El sindicato declaró vencido el convenio el 31 de marzo. A partir de esa fecha quedó en libertad de acción, lo que habilitó la convocatoria a medidas de fuerza.
La conducción ratificó que no permitirá cambios unilaterales. Advirtió que “cualquier cambio sobre los convenios vigentes alterará la paz social”.
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Desde el gremio afirmaron que defenderán los derechos colectivos. Señalaron que tomarán “las medidas que crean convenientes” si las cámaras persisten en sus intentos de imponer condiciones.
La tensión se trasladó a los muelles. Las tripulaciones comenzaron a reorganizar turnos ante la paralización de los barcos.
La medida impactará de lleno en la producción de langostino. La especie está en plena actividad y cada día de paro altera el ritmo de procesamiento y exportación.
Los gremialistas rechazaron los aumentos escalonados como una provocación. Consideraron que los valores propuestos están por debajo de la inflación y no respetan el esfuerzo de los trabajadores embarcados.
El SOMU pidió recomposición real y no sumas simbólicas. Expresaron que el sector exportador “puede pagar mejores sueldos si hay voluntad política y respeto”.
Las cámaras empresarias evitaron hacer declaraciones públicas. Aguardan una nueva instancia de negociación o intervención del Ministerio de Trabajo.
El conflicto se profundiza tras semanas sin avances. La falta de acuerdo generó incertidumbre en empresas, sindicatos y organismos de control.
Los armadores no descartaron denunciar el paro como medida ilegal. Plantearon que no hubo instancia formal de conciliación previa.
Desde el SOMU rechazaron esa posición. “Estamos en libertad de acción desde el 31 de marzo. Lo saben todos”, aclararon los dirigentes.
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El sindicato convocó a una asamblea para este fin de semana. Allí se evaluará la continuidad del paro y posibles acciones adicionales.
Las cámaras insistieron con una propuesta segmentada. Alegaron dificultades operativas y costos dolarizados que impiden mayores incrementos.
Los tripulantes reclamaron una mesa de negociación con el gobierno. Solicitaron al Ministerio de Trabajo que intervenga para garantizar el diálogo y evitar conflictos mayores.
El clima en los puertos es de tensión e incertidumbre. Nadie descarta que el conflicto se extienda si no hay señales de acercamiento.
El SOMU recibió respaldo de otros gremios marítimos. Se solidarizaron con la medida y llamaron a defender los convenios vigentes.
El gremio denunció intentos de modificar condiciones sin consenso. “No vamos a aceptar provocaciones ni maniobras encubiertas”, expresaron en un comunicado.
La actividad pesquera ya sufría demoras por factores climáticos. El paro agrava la situación y amenaza con demoras en la cadena de frío.
El impacto económico será inmediato si no hay solución. Cada día de inactividad implica pérdida de divisas y de competitividad.
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El SOMU ratificó su voluntad de diálogo. Pero advirtió que “el respeto no se negocia” y que “los derechos no se entregan”.
Las empresas temen perder contratos internacionales. El langostino congelado a bordo tiene alta demanda y ventanas comerciales acotadas.
Los trabajadores embarcados reclaman paritarias reales. Dicen que los aumentos deben acompañar la inflación y reconocer el sacrificio del trabajo en altamar.
La temporada comenzó con incertidumbre y ahora suma conflicto. Los gremios esperan que el gobierno escuche y actúe. Las cámaras temen un paro largo.
El puerto ya muestra los primeros barcos paralizados. Si no hay cambios, el viernes amanecerá sin zarpe y con protestas en los muelles.
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