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Atlético de Madrid se prepara para una reconfiguración total de su plantel profesional de cara a la temporada 2025/2026. La decisión, motivada por la necesidad de equilibrar el presupuesto y modernizar su estructura deportiva, contempla la salida de hasta 16 jugadores, entre los cuales se encuentran nombres de peso vinculados a la Selección Argentina.
Según confirmaron medios especializados, tres futbolistas argentinos que formaron parte del equipo campeón del mundo en Qatar 2022 están entre los apuntados para salir. Se trata de Ángel Correa, Rodrigo De Paul y Nahuel Molina, todos con participación activa en la última temporada pero bajo evaluación por parte de la comisión deportiva.
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Correa, con casi una década en la institución, ya habría transmitido internamente que considera cerrada su etapa en el club. Aunque su contrato se extiende hasta 2026, el delantero rosarino ya recibió sondeos, entre ellos de Tigres de México. Desde Madrid ven con buenos ojos una salida ordenada que permita liberar masa salarial.
Por su parte, Rodrigo De Paul es uno de los nombres más resonantes del plantel y cuenta con un valor de mercado atractivo. Su rendimiento ha sido estable, pero no decisivo en la última campaña, y el club no descartaría escuchar ofertas si se presentan condiciones ventajosas. El mediocampista, de 30 años, todavía tiene margen de carrera en Europa.
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Nahuel Molina es el tercero en consideración. El lateral derecho, titular habitual y con buen nivel general, podría ser transferido a Juventus, equipo que ya manifestó interés. Su venta permitiría al Atleti obtener liquidez y dar lugar a un recambio joven en la defensa.
En paralelo a las posibles salidas, dos futbolistas argentinos aparecen entre los “intocables” del nuevo proyecto. Uno de ellos es Julián Álvarez, quien llegó al club recientemente y es considerado pieza central del ataque del futuro. El delantero mantiene una alta valoración y goza de plena confianza del cuerpo técnico.
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El otro es Giuliano Simeone, hijo del entrenador Diego Simeone. El joven delantero fue promovido al primer equipo y ha demostrado condiciones que lo posicionan como un jugador de proyección, con respaldo tanto familiar como institucional.
La estrategia general busca renovar la plantilla con criterio financiero, pero sin resignar competitividad en Europa ni en el plano local. Con vistas al Mundial de Clubes y las exigencias de la Champions League, Atlético apuesta por una transición que mantenga su ADN competitivo sin caer en desequilibrios presupuestarios.
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Desde el entorno del club, aseguran que no se trata de una “liquidación” de futbolistas, sino de un movimiento planificado que combine juventud, experiencia y proyección a mediano plazo. La presencia argentina en el club seguirá siendo relevante, aunque con nuevos protagonistas.
Fuente: Olé, Marca, TyC
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