Detenido por amenazar de muerte al personal de seguridad de una clínica en Comodoro

Momentos de tensión se vivieron este lunes por la mañana en la Clínica La Española de Comodoro Rivadavia, cuando un hombre ingresó sin autorización al establecimiento médico y amenazó de muerte a un integrante del personal de seguridad. El sujeto, que no formaba parte del personal ni requería atención médica, recorrió los pasillos del centro hasta ser interceptado por un empleado, momento en el que adoptó una actitud agresiva.

El incidente se produjo alrededor de las 7:00. Tras ser advertido por el agente de seguridad, el individuo emprendió una fuga hacia el subsuelo de la clínica mientras profirió amenazas de muerte de forma reiterada. La situación obligó a convocar de inmediato a la Policía, ante el riesgo que representaba su conducta.

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Al llegar al lugar, los efectivos policiales encontraron al hombre aún alterado, insultando al agente que había intentado detenerlo minutos antes. Ante la continuidad de su comportamiento violento, procedieron a su aprehensión y posterior traslado a la comisaría. La intervención evitó que la situación escalara y generara mayores consecuencias.

Desde el Ministerio Público Fiscal, la fiscal Gabriela Gómez dispuso que el detenido permaneciera alojado a disposición judicial hasta la audiencia de control de detención. El caso quedó en manos del Juzgado Penal de turno, a cargo del juez Martín Cosmaro, quien resolverá en el transcurso del día la situación legal del agresor.

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La rápida actuación del personal de seguridad de la clínica y la respuesta policial permitieron contener una situación que generó alarma entre pacientes y trabajadores. El episodio volvió a poner sobre la mesa la necesidad de reforzar los protocolos de ingreso y seguridad en establecimientos sanitarios.

Hasta el momento no trascendieron los motivos que llevaron al hombre a ingresar al centro médico ni si tenía antecedentes. Las autoridades investigan si se encontraba bajo algún tipo de alteración psíquica o si su ingreso tuvo una intención premeditada. El hecho se caratula como amenazas agravadas y violación de propiedad privada.

Fuente: El Patagónico