


Valeria Márquez murió asesinada mientras hablaba frente a su celular. Estaba en su salón de belleza, transmitía en TikTok, y un hombre entró, sacó un arma y le disparó dos veces.


La influencer tenía 23 años y una comunidad en crecimiento. Acumulaba más de 95 mil seguidores en TikTok y más de 118 mil en Instagram, con contenidos sobre belleza, rutinas personales y reflexiones íntimas.
El crimen ocurrió el miércoles 14 de mayo en Zapopan. Fue en el local comercial Blossom The Beauty Lounge, propiedad de Valeria, ubicado en la plaza Santa María, un punto transitado de ese suburbio de Guadalajara.
Según la policía, el ataque se produjo a las 18:30 horas. La joven recibió un disparo en la cabeza y otro en el pecho.
Una mujer que la acompañaba cortó la transmisión en medio del horror. Muchos usuarios pensaron que era una actuación, pero los disparos fueron reales y las imágenes se viralizaron en pocos minutos.
La fiscalía del estado de Jalisco confirmó el fallecimiento. Indicó que se inició una causa por posible feminicidio y que los agentes trabajan bajo ese protocolo.
Valeria había publicado su última foto poco antes del crimen. Posó en el espejo de su salón, vestida con una bata de trabajo, sin saber que sería su imagen final.
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La joven participó en certámenes de belleza y ganó Miss Rostro en 2021. Ese título le dio visibilidad y le permitió iniciar una carrera como influencer.
El Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses procesó la escena. Trasladó el cuerpo al Servicio Médico Forense para realizar la autopsia correspondiente.
La investigación apunta a una expareja como posible autor del crimen. El joven sería hijo de un jefe narco y Valeria lo habría mencionado en mensajes previos.
En esos mensajes, la joven responsabilizaba al joven si algo le ocurría. La fiscalía dijo que los datos son preliminares y podrían cambiar con el avance del caso.
La policía analiza cámaras de seguridad del local y testimonios. También investiga si hubo amenazas anteriores o intentos de contacto no consentido.
El video del crimen recorrió redes en tiempo real. Muchos usuarios quedaron impactados, comentaron la escena y compartieron los registros sin verificar su autenticidad.
Valeria también había generado polémica días antes. En un video en TikTok, decía: “Mami, agradece que soy pobre, porque si fuera rica ya te hubiera mandado a desaparecer”.
Ese mensaje alimentó teorías sobre conflictos previos con otras personas. La fiscalía no confirmó si esa amenaza guarda relación con el crimen.
Las redes se llenaron de mensajes de dolor, bronca e indignación. Fans, colegas e influencers expresaron su repudio y exigieron justicia con el hashtag #JusticiaParaValeria.
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El crimen expuso la fragilidad de las mujeres en espacios públicos. Incluso una transmisión en vivo no garantizó la seguridad de Valeria.
México vive una ola persistente de violencia de género. Cada día, al menos diez mujeres son asesinadas en el país.
El 70% de las mexicanas mayores de 15 años sufrió alguna agresión. Los datos reflejan una problemática estructural, con una respuesta judicial insuficiente.
Jalisco figura entre los estados con más casos de feminicidios. Las organizaciones denuncian falta de prevención, protección y acompañamiento efectivo.
Valeria soñaba con vivir de su contenido digital. En los últimos meses, había logrado cifras de reproducciones superiores a las 800 mil vistas por video.
Su carrera digital iba en ascenso, con una estética cuidada y mensajes de autoestima. Además, invertía tiempo y recursos en su emprendimiento de belleza.
Sus historias mostraban rutinas de maquillaje, salud mental y vida cotidiana. Tenía una comunidad que la seguía con admiración y afecto.
Tras su muerte, algunos usuarios criticaron la viralización del video. Denunciaron la falta de límites para difundir imágenes violentas.
El video se compartió sin filtros y sin autorización. Familiares y allegados pidieron respeto por la memoria de Valeria y por el dolor de quienes la conocían.
Organizaciones feministas reclamaron justicia inmediata. Plantearon que el caso debe servir para visibilizar la inseguridad que atraviesan muchas mujeres mexicanas.
La fiscalía prometió novedades en los próximos días. Confirmó que el caso sigue abierto y todas las líneas de investigación están activas.
Valeria Márquez dejó una huella entre quienes la seguían. Murió mientras trabajaba, rodeada de cámaras y luces, en un espacio creado por ella misma.
Su historia se sumó a la larga lista de víctimas que exigen justicia. Un país entero volvió a ver, en tiempo real, cómo la violencia se llevó una vida.











