


En un edificio alejado de las aulas convencionales, Visión FAND crece como una alternativa educativa que rompe con los límites del sistema escolar tradicional. Jóvenes de diferentes colegios de Puerto Madryn se suman día a día a este espacio para explorar nuevos campos de conocimiento, conectarse con sus intereses reales y aprender a través de proyectos, colaboración y tecnología.


En diálogo con el programa #MODO17 de #LA17, uno de los mentores de proyectos Joaquín López Falcón, junto a las “fander” Sofía Salas y Malena Malis, compartieron cómo funciona este espacio, qué se aprende allí y por qué tantos chicos eligen FAND como complemento real a su educación formal.
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“No somos una escuela, sino una organización con otro modo de pensar el aprendizaje”, explicó Joaquín. Visión FAND se estructura en campos como robótica, programación, inteligencia artificial, filosofía, finanzas, ciberseguridad, lógica, geopolítica, oratoria y otros, sin segmentación por edad, sino por motivación e intereses personales.
Malena, por ejemplo, comenzó con filosofía y ONU, pero terminó eligiendo también robótica. “Lo más interesante es que podemos pasar de un campo a otro, conocer cosas nuevas y elegir lo que más nos gusta”, contó. Allí descubrió la programación de motores a través de Arduino Uno, impresión 3D y sensores aplicados a proyectos concretos.
Sofía, en cambio, se inclinó por la oratoria y la filosofía. También participa del taller de modelo ONU, donde FAND forma parte de las simulaciones de debates diplomáticos junto a otras escuelas. “Nos preparamos, investigamos y debatimos. Es una experiencia que te cambia”, afirmó.
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La metodología de FAND es flexible y horizontal. Los chicos eligen qué días asistir y con quién trabajar. La franja horaria es amplia (de 14:30 a 19:00), y los campos funcionan en simultáneo, generando un ambiente de aprendizaje colaborativo e interdisciplinario, con fuerte base tecnológica y contenidos actualizados.
“La diferencia está en cómo se aprende”, destacó López Falcón. “Acá los proyectos nacen del interés personal y muchas veces terminamos usando conocimientos de matemática o física que en la escuela parecen abstractos. Aplicamos cálculo universitario para mover un guante con un sensor, por ejemplo. Eso le da sentido a todo”.
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Más allá de los contenidos, el espacio también es una comunidad de pertenencia. “Nos hacemos amigos, nos concentramos tanto que ni usamos el celular”, contaron Sofía y Malena, sorprendidas de descubrirse tan involucradas. “Es raro hoy que un grupo de chicos esté toda la tarde sin mirar TikTok. En FAND pasa porque estamos haciendo algo que nos apasiona”.
El proyecto está abierto a todos los jóvenes, sin importar a qué escuela asistan. Su página web, visionfand.org, detalla los campos disponibles y permite sumarse. Allí también se refleja el objetivo de fondo: formar personas curiosas, comprometidas y preparadas para un mundo donde el aprendizaje ya no puede estar atado a un aula ni a un cuaderno.











