Subastan la Ferrari más gloriosa de Schumacher en Mónaco

Deporte22/05/2025Sergio BustosSergio Bustos
ferrari schumacher
La Ferarri de Schumacher sale a remate.

Una Ferrari que hizo historia vuelve al asfalto donde brilló. Se trata del chasis 211 de la F2001, pilotado por Michael Schumacher, con el que ganó el Gran Premio de Mónaco en una de las temporadas más dominantes de su carrera.

El auto será subastado por RM Sotheby’s en pleno GP de Mónaco. La venta se hará este sábado, en coincidencia con la competencia actual. El escenario no podría ser más simbólico para los fanáticos de la Fórmula 1.

La temporada 2001 fue una obra maestra de Schumacher. A los 32 años, dominó el campeonato. Ganó nueve carreras, sumó 14 podios, logró 11 poles y terminó con 123 puntos. Fue campeón con una ventaja abrumadora sobre sus rivales.

La Ferrari F2001 combinó potencia y tecnología. Su motor V10 de 912 caballos, su aerodinámica perfecta y su chasis inigualable marcaron una época. Fue diseñada por Rory Byrne y Ross Brawn, dos genios de la ingeniería.

La victoria en Mónaco quedó grabada como un hito. Schumacher aprovechó un problema electrónico del auto de Coulthard en la largada y lideró sin oposición. Ferrari firmó un 1-2 con Rubens Barrichello como escolta.

Esa fue la quinta y última victoria de Schumacher en Montecarlo. El trazado del Principado consagró a grandes pilotos, y el alemán se sumó a esa lista con autoridad. Su auto volaba entre los muros y las curvas ciegas.

El mismo chasis 211 también selló el título en Hungría. En Budapest, Schumi ganó desde la pole y aseguró el campeonato de pilotos y de constructores. Ferrari celebró un doblete histórico con tres fechas de anticipación.


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Esa carrera también igualó un récord personal. Fue la 51ª victoria de Schumacher, igualando a Alain Prost. El piloto alemán no ocultó su emoción. “Este es un logro del equipo. Estoy más que agradecido”, dijo entre lágrimas.

El F2001 también corrió en Alemania. En Hockenheim, Schumacher largó ante cien mil fanáticos locales. Un accidente en la primera curva obligó a reiniciar la carrera. Problemas mecánicos lo dejaron fuera en la vuelta 23.

La máquina quedó intacta para la historia. Fue restaurada por Ferrari Corse Clienti durante 12 meses. Está lista para volver a pista, con su mecánica original conservada. Es una pieza viva de la era dorada del Cavallino.

La Ferrari fue subastada en 2017 por 7,5 millones de dólares. Esa venta se hizo en Nueva York. Esta vez, Sotheby’s espera superar ese valor. La subasta se hace en un contexto más especial: el GP de Mónaco.

Será la primera vez que se subasta una Ferrari así en un GP. El lugar y el momento suman valor simbólico. Los coleccionistas saben que no compran un auto: compran una parte del mito de Schumacher.

El chasis fue afinado por nombres legendarios. Nikolas Tombazis y James Allison se encargaron de la aerodinámica. Paolo Martinelli y Gilles Simon diseñaron el motor. Todo fue pensado para la perfección.

Jean Todt y Ross Brawn lideraron el proyecto. Fueron los arquitectos de una Ferrari imbatible. Schumacher ejecutó cada maniobra con precisión quirúrgica. En 2001, Ferrari no ganó: dominó.

La temporada también tuvo un respaldo institucional fuerte. El canciller alemán Gerhard Schröder y el empresario Gianni Agnelli celebraron los triunfos. El éxito de Schumacher trascendió el deporte.

El auto marcó un antes y un después en Maranello. Fue el primero en lograr una victoria en Mónaco y el título mundial en el mismo año. Ningún otro chasis del Cavallino logró eso.


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La subasta despierta interés mundial. Coleccionistas, fanáticos y ex pilotos siguen de cerca el evento. La expectativa es alta. El valor emocional supera cualquier cifra.

El auto es un símbolo de una era irrepetible. Representa un momento en que la Fórmula 1 combinaba mística, tecnología y pasión. Y Schumacher estaba en su máximo nivel.

El motor V10 sigue intacto. Su rugido definió una época. La mecánica fue restaurada por especialistas de Ferrari. Está lista para correr o ser exhibida como reliquia.

La F2001 no es solo un vehículo. Es una cápsula del tiempo. Cada fibra, cada tornillo, cada línea aerodinámica recuerda el dominio de una escudería que marcó historia.

Sotheby’s garantiza transparencia en la venta. La casa británica lidera el mercado de autos clásicos. Su experiencia asegura que el proceso será riguroso.

Schumacher construyó una leyenda sobre ruedas. Este auto fue su espada. Con él ganó, rompió récords y emocionó al mundo. Su nombre aún resuena en cada rincón del paddock.

Franco Colapinto correrá el mismo fin de semana. La presencia del argentino en la F1 actual une generaciones. Schumacher fue ídolo. Colapinto representa el futuro.

La Fórmula 1 vive de sus mitos. Algunos autos trascienden su época. La Ferrari F2001 es uno de ellos. Nadie la olvida. Todos la desean.

El precio final podría romper récords. Sotheby’s aún no confirmó un valor estimado. Algunos hablan de cifras cercanas a los diez millones de dólares. El mercado decidirá.

Mónaco será testigo de una venta histórica. En el mismo trazado donde nació la leyenda, la Ferrari de Schumacher cambiará de manos. Una joya vuelve al centro de la escena.

El rugido de ese motor aún se escucha. No en el pitlane, sino en la memoria colectiva. Schumacher y su F2001 siguen vivos en el corazón del automovilismo.

Este sábado, el martillo bajará en el Principado. El mundo mirará. La Ferrari F2001 buscará un nuevo guardián. Un pedazo de historia cambiará de dueño.

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