Detuvieron al “rey de La Salada” por lavado de dinero y evasión fiscal luego de más de 60 allanamientos

Policiales22/05/2025

Jorge Castillo, el Rey de la Salada

Jorge Castillo, conocido como el “rey de La Salada”, fue detenido este jueves en su casa de Open Door, Luján, acusado de lavado de dinero, evasión fiscal y asociación ilícita. La Policía Federal realizó un operativo simultáneo con más de 60 allanamientos en el conurbano bonaerense y la ciudad de Buenos Aires. La causa se inició en 2023 y apunta a una estructura criminal que operaba bajo su mando.

La investigación fue encabezada por el juez federal Luis Armella y la fiscal Cecilia Incardona. Las órdenes judiciales permitieron inspeccionar predios en Lomas de Zamora, puestos en avenida Avellaneda y viviendas en countries del sur bonaerense. Se incautaron documentos, grandes sumas de dinero y mercadería sospechada de infringir la Ley de Marcas.

La feria La Salada, epicentro de la causa, mueve millones de pesos cada semana en el comercio mayorista informal. Según fuentes oficiales, el predio recibe hasta 700.000 personas por semana durante su temporada alta. En el lugar se alquilan puestos callejeros y locales sin control tributario, lo que facilitaba la operatoria delictiva.

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Castillo había adquirido parte de La Salada en 1999, tras comprar la sociedad en comandita Urkupiña. En una entrevista en 2015, reconoció que “el negocio funciona con marcas falsificadas y un capital boliviano”. Se refería a los 385 socios con quienes comparte la titularidad formal del predio.

No es la primera vez que el empresario queda en la mira de la Justicia. En 2017 fue detenido tras un allanamiento en el que se enfrentó a tiros con la policía. Fue procesado con prisión preventiva, acusado de liderar una red que extorsionaba a puesteros a cambio de protección.

En 2022, su sobrino Adrián Castillo fue condenado a ocho años de prisión tras admitir su participación en la organización mafiosa. La Justicia consideró probada la existencia de tres estructuras delictivas que operaban en la feria. Jorge Castillo figuraba como la cabeza de una de esas bandas.

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El Ministerio Público sostiene que el empresario utilizaba métodos coercitivos para controlar el espacio comercial y lavar fondos obtenidos por vías ilegales. La feria servía como canal de circulación de mercadería sin declarar y como fachada para triangulaciones. La falta de controles oficiales favorecía la expansión del circuito informal.

Los investigadores creen que el volumen de dinero manejado permitió sostener durante años una red de complicidades. Ahora, el avance de la causa podría derivar en nuevas detenciones y en la inhibición de bienes del empresario. El impacto alcanza también a estructuras sociales y comerciales que giraban en torno a La Salada.

Fuente: La Nación.