


Tomás Etcheverry se despidió del ATP 500 de Hamburgo con una amarga derrota frente al italiano Flavio Cobolli en un encuentro intenso y cambiante. El argentino, que había llegado en gran forma a semifinales sin ceder sets, fue superado por 2-6, 7-5 y 6-4 en casi tres horas de juego. Cobolli, más firme en los momentos clave, se quedó con el boleto a la final y dejó a Etcheverry con las manos vacías.


El platense de 25 años dominó con autoridad el primer set, mostrando la mejor versión de su derecha y una sólida presencia en la cancha. Su rival no encontraba respuestas ante la potencia y precisión del argentino, que cerró el parcial inicial por 6-2 y parecía encaminarse a su primera final de la temporada.
OTRAS NOTICIAS:
Pero el segundo set cambió por completo la dinámica del partido. Etcheverry consiguió un quiebre temprano para colocarse 3-1, pero Cobolli reaccionó con temple, recuperó el break y comenzó a imponer sus condiciones. El italiano, 35° del ranking, mantuvo su agresividad y aprovechó errores no forzados de Etcheverry para llevarse el set 7-5.
El golpe anímico afectó al argentino, que venía con una racha positiva tras un difícil arranque de año. En Hamburgo había vencido a Francisco Comesaña, Camilo Ugo Carabelli y Jiri Lehecka sin perder un solo set, y parecía encaminado a recuperar sensaciones positivas. Pero Cobolli mostró resiliencia, se soltó en el tramo final y cerró el tercer set 6-4 con un nuevo quiebre sobre el final.
OTRAS NOTICIAS:
Fue un partido cambiante, donde Etcheverry alternó momentos de alto nivel con pasajes erráticos, especialmente en los intercambios largos del segundo y tercer parcial. Su lenguaje corporal delataba frustración, y pese al aliento constante de su equipo, no logró frenar el envión de su rival.
El argentino se quedó nuevamente a las puertas de su primer título ATP. Ya había alcanzado finales en Santiago, Houston y Lyon, pero aún no logró coronarse. Hamburgo parecía una gran oportunidad, especialmente por su historial favorable en polvo de ladrillo.
El desenlace, aunque frustrante, no empaña su semana. Etcheverry mostró signos de recuperación luego de una primera mitad de temporada marcada por la irregularidad. Había disputado quince torneos con pobres resultados, y en Hamburgo encadenó tres triunfos que lo revitalizaron.
OTRAS NOTICIAS:
Ahora, deberá cambiar rápidamente el chip. Este domingo debutará en Roland Garros ante un rival de peso: el griego Stefanos Tsitsipas, 20° del mundo. Será un partido exigente desde lo físico y mental, pero también una gran oportunidad para dar un golpe que lo reubique en la escena grande.
El sorteo de Roland Garros también arrojó otros cruces interesantes para los argentinos. Francisco Cerúndolo enfrentará al canadiense Gabriel Diallo, Comesaña jugará ante Pablo Carreño Busta y Sebastián Báez se cruzará con Miomir Kecmanovic. Además, Juan Manuel Cerúndolo accedió desde la qualy y jugará con el estadounidense Alex Michelsen.
En el cuadro femenino, tres jugadoras argentinas lograron un hito histórico: Solana Sierra, María Lourdes Cardé y Julia Riera se metieron en el cuadro principal tras pasar la clasificación. Algo que no ocurría desde hace casi cuatro décadas, cuando lo hicieron Tarabini, Pérez Roldán y Madruga en 1986.











