
3 de Julio Día del Locutor: Buen día, lo escuché en la radio, lo dijo la tele, el clima, la compañía
Chubut03/07/2025


Desde los tiempos de los speakers hasta los podcasts, la locución en Argentina sigue siendo un oficio con historia, pasión y compromiso con la palabra.


En el comienzo de la actividad en nuestro país, por los primeros estudios, era habitual cruzarse con actores, cantantes, dramaturgos y directores. En medio de ese despliegue artístico, aparecieron los “speakers”, como se conocía entonces a los locutores. Con voces potentes presentaban programas, leían avisos, identificaban emisoras y hasta participaban en radioteatros junto a figuras consagradas.

No existían escuelas, cursos ni formación específica. Había que aprender haciendo, hablando “claro y fuerte”, adaptándose a tecnologías rudimentarias y exigencias estrictas de vestimenta, presencia y puntualidad. El oficio se ejercía con elegancia, precisión y una cuota de teatralidad.

Las radios nacieron ofreciendo contenidos artísticos. En Argentina, pionera mundial en materia de radiodifusión, desde 1920 y hasta fines de los años 50, los radioteatros y los ciclos musicales marcaban el ritmo de las programaciones.

Luego llegaron las noticias y la música grabada, que aún hoy dominan la escena sonora. Pero en cada etapa, la voz del locutor fue el hilo conductor que sostuvo la identidad de las emisoras y sus programas.

Recién en los años 40 comenzaron los primeros intentos de institucionalizar la formación. En 1943 se fundó la Sociedad Argentina de Locutores, y en 1951 nació el ISER, el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica.

Desde entonces, la locución profesional se consolidó como una carrera con identidad propia, que integró contenidos técnicos, culturales y expresivos, y se replicó en institutos como COSAL, ETER y escuelas del interior del país.

Hoy, hablar de locutores en Argentina es hablar de versatilidad. A diferencia de otros países donde las funciones se dividen entre actores, periodistas y conductores, aquí el locutor puede narrar, animar, informar, publicitar y emocionar, todo en una misma jornada. Hay un carnet habilitante, un estatuto legal y una trayectoria que respalda una profesión única.

Pero también existe otra verdad. Más allá del título, muchas personas hicieron carrera en la radio y la televisión gracias a su talento, oficio y persistencia. Algunos se convirtieron en voces inolvidables sin haber pasado por una escuela. Por eso, en este Día del Locutor, valoramos el esfuerzo de quienes lograron profesionalizarse y obtener su título, pero también reconocemos y respetamos el valor de quienes desarrollaron esta carrera mediante el oficio y la experiencia, y marcaron un camino.

Además, desde #LA17 seguimos invitando a sumarse a la oportunidad de poder estudiar locución en la escuela pública, gratuita y más austral de la Argentina, que está en Chubut y queda en Trelew. La tenemos aquí, en nuestra Patagonia, y hay que cuidarla. Es un orgullo contar con un espacio de formación que democratiza el acceso a la palabra y potencia la voz de nuevas generaciones.

Hoy, entre micrófonos, auriculares, plataformas de streaming y voces generadas por inteligencia artificial, el espíritu del locutor sigue intacto: comunicar, emocionar y conectar. Feliz día a quienes honran la palabra en cada intervención.










